Unos 6,7 millones más de niños menores de cinco años podrían padecer emaciación y, por lo tanto, sufrir una desnutrición peligrosa en 2020 como resultado del impacto socioeconómico de la pandemia de COVID-19.
Según un análisis publicado en The Lancet, el 80% de estos niños sería de África subsahariana y Asia meridional. Más de la mitad sería del sur de Asia.
“Han pasado siete meses desde que se informó de los primeros casos de COVID-19 y es cada vez más evidente que las repercusiones de la pandemia están perjudicando a los niños más que la enfermedad en sí”, ha asegurado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. “Las tasas de pobreza familiar y de inseguridad alimentaria han aumentado. Los servicios esenciales de nutrición y las cadenas de suministros han sufrido cortes. Los precios de los alimentos se han disparado. Como resultado, la calidad de la dieta de los niños ha empeorado y la tasa de desnutrición aumentará”.
La emaciación es una forma de desnutrición que pone en peligro la vida de los niños, dejándoles demasiado delgados y débiles. No solo aumenta sus posibilidades de morir, sino que provoca deficiencias en su crecimiento, desarrollo y aprendizaje. Según UNICEF, incluso antes de la pandemia de COVID-19, 47 millones de niños ya sufrieron emaciación en 2019. Si no se toman acciones urgentes, el número global de niños que sufre emaciación podría llegar a casi 54 millones en el transcurso del año. Esto llevaría la emaciación global a niveles que no se han visto este siglo.
El análisis de The Lancet revela que la prevalencia de la emaciación entre los niños menores de cinco años podría aumentar en un 14,3% en los países de ingresos bajos y medios este año, debido al impacto socioeconómico de la COVID-19. Tal aumento de la desnutrición infantil se traduciría en más de 10.000 muertes infantiles más por mes, más del 50% de ellas en África subsahariana.
Las agencias de la ONU advierten de que este aumento estimado de la emaciación infantil es solo la punta del iceberg. Como consecuencia del empobrecimiento de la dieta y la interrupción de los servicios de nutrición, la COVID-19 también agudizará otras formas de desnutrición en niños y mujeres, como el retraso en el crecimiento, el déficit de micronutrientes y el sobrepeso y la obesidad.
Los datos de UNICEF de los primeros meses de la pandemia apuntan a una reducción general del 30% en la cobertura de los servicios vitales de nutrición. En algunos países, la interrupción de estos servicios durante el confinamiento ha sido de entre el 75% y el 100%. Por ejemplo: en Afganistán y Haití, el miedo al contagio y la falta de equipos de protección para los trabajadores sanitarios han llevado a una disminución estimada del 40% y del 73%, respectivamente, en las admisiones para tratar la emaciación severa en los niños. En Kenia, esas admisiones cayeron un 40%. Más de 250 millones de niños en todo el mundo no están recibiendo suplementos de vitamina A debido a la COVID-19.
Según el análisis, cuando el aumento proyectado de la emaciación en cada país se combina con una media anual proyectada del 25% en la reducción de los servicios de nutrición, el resultado es la estimación de que podría haber 128.605 muertes más de niños menores de cinco años durante 2020. Este escenario se basa en un rango que contempla desde una interrupción mínima del 15% hasta el 50% de máxima en los servicios de:
– Entrega de suplementos de vitamina A
– Tratamiento de la emaciación severa
– Promoción de una mejor alimentación de los niños pequeños
– Entrega de suplementos de micronutrientes a las mujeres embarazadas
En un comentario al informe de The Lancet, también publicado hoy, los representantes de UNICEF, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el Programa Mundial de Alimentos y la Organización Mundial de la Salud han advertido de que la pandemia de COVID-19 está socavando la nutrición en todo el mundo, especialmente en los países de ingresos bajos y medios, siendo los niños pequeños los que sufren las peores consecuencias. Cada vez más niños y mujeres sufren desnutrición debido al deterioro de la calidad de sus dietas, la interrupción de los servicios de nutrición y el resto de consecuencias que ha tenido el impacto de la pandemia.
Las agencias humanitarias necesitan de inmediato 2,4 mil millones de dólares (2,05 mil millones de euros) para proteger la nutrición materna e infantil en los países más vulnerables desde ahora hasta fin de año. Los responsables de las cuatro agencias de las Naciones Unidas lanzan un llamamiento a los gobiernos, la sociedad, los donantes y el sector privado para proteger el derecho de los niños a la nutrición mediante:
· La salvaguarda del acceso a dietas nutritivas, seguras y asequibles como una parte clave de la respuesta al COVID-19; protegiendo a los productores, procesadores y minoristas de alimentos desincentivando los vetos comerciales y designando los mercados de alimentos como servicios esenciales.
· Una inversión decisiva en el apoyo a la nutrición maternoinfantil, protegiendo la lactancia materna, evitando la comercialización inapropiada de leche de fórmula y asegurando el acceso de niños y mujeres a alimentos nutritivos y variados.
· La reactivación y ampliación de los servicios para la detección temprana y el tratamiento de la emaciación infantil mientras se expanden otros servicios vitales de nutrición.
· El suministro de comidas escolares nutritivas y seguras a niños en situación de vulnerabilidad a través de la entrega a domicilio, raciones para llevar a casa, ayudas en efectivo o cupones cuando las escuelas permanezcan cerradas.
· La ampliación de la protección social para salvaguardar el acceso a dietas nutritivas y servicios esenciales entre los hogares más pobres y afectados, incluyendo el acceso a alimentos enriquecidos.
La campaña #Reimaginar de UNICEF tiene como objetivo evitar que la pandemia de COVID-19 se convierta en una crisis duradera para los niños, especialmente para los más vulnerables. A través de esta campaña, UNICEF hace un llamamiento urgente a los padres, los gobiernos, la sociedad, los donantes y el sector privado para que se sumen a responder, recuperar y reimaginar un mundo actualmente asediado por el coronavirus:
· Respondiendo: debemos actuar ahora para evitar que la enfermedad se propague, ayudar a los enfermos y proteger a las personas que lo combaten en primera línea arriesgando sus propias vidas para salvar a otros.
· Recuperando: incluso cuando la pandemia se desacelere, cada país tendrá que seguir trabajando para mitigar los efectos negativos en los niños y abordar el daño infligido. Las comunidades también tendrán que trabajar juntas, más allá de las fronteras, para reconstruirse y prevenir el regreso de la enfermedad.
· Reimaginando: si hemos aprendido algo de la COVID-19 es que nuestros sistemas y políticas deben proteger a las personas, todo el tiempo, no solo en caso de crisis. A medida que el mundo se recupera de la pandemia, ahora es el momento de sentar las bases para una reconstrucción mejor.
“No podemos permitir que los niños sean las víctimas ignoradas de la pandemia de la COVID-19”, ha dicho Fore. “Debemos pensar a corto y largo plazo, simultáneamente, de modo que no solo abordemos los desafíos planteados por la pandemia y sus impactos secundarios en los niños, sino que también tracemos un futuro más brillante para los niños y los jóvenes”.
Desnutrición infantil y COVID-19: el momento de actuar estará activo una vez se levante el embargo en este enlace.
El Impacto de la COVID-19 en la desnutrición infantil y la mortalidad relacionada con la nutrición estará activo una vez se levante el embargo en este enlace.
Los comentarios han sido escritos por expertos en la materia que representan sus propios puntos de vista, y no necesariamente los de The Lancet o cualquier revista especializada de Lancet. El análisis ha sido también revisado externamente por otros especialistas.
Sobre el analisis
El análisis está basado en los esfuerzos de investigación del consorcio Standing Together for Nutrition. Vincula tres enfoques para elaborar un modelo de cómo el impacto de la COVID-19 en los sistemas económico y sanitario ha repercutido en la desnutrición y la mortalidad. Esos tres enfoques son: las proyecciones macroeconómicas de MIRAGRODEP del impacto en el ingreso nacional bruto (INB) per cápita 8; las estimaciones microeconómicas de cómo las repercusiones previstas en el INB impactan en la emaciación infantil utilizando datos de 1,26 millones de niños de 177 Encuestas de Salud Demográfica (DHS) realizadas en 52 LMIC entre 1990 y 2018; y el modelo matemático denominado “Herramienta de Vidas Salvadas”, (LIST, or sus siglas en inglés) que vincula lainterrupción de los servicios de salud específicos por país y el aumento previsto de la emaciación con la mortalidad infantil.
Sobre la campaña #Reimaginar
En respuesta a la pandemia de COVID-19, UNICEF lanzó #Reimaginar, un llamamiento urgente a los gobiernos, la sociedad, los donantes y el sector privado para apoyar los esfuerzos de UNICEF para responder, recuperar y reimaginar un mundo actualmente asediado por COVID-19. Juntos, podemos evitar que esta pandemia se convierta en una crisis duradera para los niños, especialmente para los más vulnerables. Reimaginemos un mundo más justo para cada niño.
Noticias de última hora en Vigo. Te contamos todo lo que sucede en nuestra ciudad. Desde los sucesos más relevantes hasta artículos de opinión y de interés.