¿Cómo afectarán las monedas digitales al futuro?

Publicado por o día 28/02/2022 na sección de Empresas

El mercado de las monedas digitales está creciendo: ahora tiene un valor de más de 2 billones de dólares e incluye más de 15.000 tipos diferentes. El Salvador incluso hizo del Bitcoin su moneda de curso legal en 2021. La información presentada por Bitcoin Millionaire en su plataforma sugiere una tendencia creciente en las Criptodivisas. (Visite the-bitcoin-millionaire.com/es para saber más al respecto)

Los bancos centrales se están poniendo al día con el aumento de las monedas digitales privadas. 14 países han iniciado proyectos piloto de CBDC, 16 están desarrollando CBDC y 41 están investigando CBDC, según el rastreador de CBDC del Atlantic Council. La moneda es esencial para el comercio y los negocios en todo el mundo, desde los metales preciosos hasta el papel moneda.

El potencial de las criptomonedas

Si las divisas digitales son el futuro de las finanzas, las travesuras de las criptomonedas en 2021 presagian un periodo anárquico, si no ridículo, para la forma en que las empresas piensan en el dinero.

Es fácil bromear, pero 2021 será recordado como el año en que las criptodivisas se convirtieron en la corriente principal. Empresas como Lush aceptaron las criptodivisas como forma de pago y empezaron a llamar la atención de un público más amplio.

Las monedas digitales tienen el potencial de impactar en el comercio internacional de tres maneras:

Mejorar la eficiencia de los pagos transfronterizos

El tiempo que tardan los pagos transfronterizos en liquidarse varía entre un día laborable y cinco días laborables. La autentificación de la información del receptor y del remitente, como el AML (antiblanqueo de dinero) y la financiación antiterrorista (CTF), requiere la participación humana.  Por ello, para determinar el calendario de pagos se suele tener en cuenta la coincidencia de los horarios de trabajo de las entidades emisoras y receptoras, así como si éstas emplean los mismos protocolos de mensajería.

El dinero puede cambiarse y recibirse en segundos y a todas horas utilizando monedas digitales que se basan en libros de contabilidad descentralizados. Los futuros requisitos normativos para los proveedores de servicios de divisas digitales, así como los controles de divisas, podrían paralizar el sector.

Cómo abordar los problemas de la reducción de riesgos

La eliminación del riesgo pone trabas a la participación en el comercio mundial de los países con grandes riesgos en materia de lucha contra el blanqueo de capitales y de financiación del terrorismo, y puede aumentar los costes de las transacciones para los compradores y vendedores de esos países. Aunque las monedas digitales no ayudarán a reducir los problemas de AML y CTF, pueden ofrecer métodos de pago alternativos que permitan a los consumidores y a las empresas de estos países volver a conectarse con los compradores y vendedores del extranjero.

Proporcionar información crediticia alternativa para la financiación del comercio

El déficit mundial de financiación del comercio es de 1,7 billones de dólares, lo que afecta de forma desproporcionada a las PYME que carecen de registros financieros establecidos con los bancos. Se podría utilizar un libro de contabilidad pública en moneda digital para comunicar el historial financiero con el fin de garantizar los préstamos para la importación y la exportación. Además, se necesitarán normas de privacidad rigurosas para ello.

Conclusión

Aunque algunas instituciones financieras tradicionales han empezado a ofrecer la liquidación en moneda digital y algunos minoristas han comenzado a aceptar las monedas digitales, la adopción generalizada aún está muy lejos, especialmente en el entorno transfronterizo. Quedan muchos obstáculos técnicos y legales por resolver, desde la interoperabilidad hasta las cuestiones relativas a la lucha contra el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y la protección del consumidor. No se puede negar que nos estamos acercando a la era de las monedas digitales, y hay que seguir trabajando para garantizar que los participantes en el comercio internacional se beneficien de ellas.