Contra el overbooking de Covid-19: viajar en tiempos de pandemia

Publicado por o día 06/09/2021 na sección de Turismo

turismo en época de covidA pesar de los grandes porcentajes de población vacunada, la Covid-19 todavía sigue causando sus estragos. Como daño colateral, nuestros viajes vacaciones se han visto afectados más allá del requisito de un visado. En función de la normativa de cada país, siendo necesaria una prueba PCR o cuarentena para disfrutar de un pequeño lapso de libertad.

Libertad bajo restricciones

Como si se tratase de una maldición, los altibajos de la pandemia de la Covid-19 no sólo han inundando los gráficos de índices de contagio. Nuestro estado de ánimo, resistente, pero frágil ante la presión, ha sufrido también a merced de las restricciones y aberturas generando una confusión que algunos todavía no han logrado digerir. Si bien en todo el mundo los porcentajes de población vacunada son optimistas, hemos descubierto que ello no nos exime de exponernos al coronavirus. De hecho, las restricciones se mantienen incluso en ese lapso de indecible libertad que son nuestras vacaciones. Un laberinto a sortear si queremos, al fin, desconectar de todo.

Por supuesto, el motivo por el que tantos países deciden restringir el flujo de turistas, y aun a pesar del aporte económico que ello supone, no es otro que la seguridad. Si bien viajar a ciertos países requiere a menudo de la obtención de un visado de viaje —que cómodamente podemos obtener mediante portales como www.visaturismo.es—, a los requisitos se añade ahora acreditar estar libre de Covid-19. Y es que, tal y como parece, el virus que se escapó de los laboratorios de Wuhan ha alterado sobremanera nuestras vidas. Una sacudida que merece un soplo de aire fresco para el que debemos prepararnos. Y no sólo en cuanto a rutas y documentos, sino también en salud mental.

Requisitos de viaje en la era Covid-19

Cada país dispone de sus protocolos de acceso que, si bien en la mayoría de los casos los dicta la Organización Mundial de la Salud (OMS), deben complementarse con otros requisitos. Retomando el caso de los visados, países como Canadá, los Estados Unidos, Egipto, Vietnam o Nueva Zelanda requieren de dicho documento para ingresar a su respectivo territorio. Al fin y al cabo, una visa de viaje electrónica no es más que un protocolo de seguridad para controlar cuándo entra o sale un turista de un país. Un procedimiento, además, para el que basta con rellenar un formulario, aportar cuantos datos se nos pidan y acatar nuestras responsabilidades.

En ese sentido, y enmarcando dicha acreditación en la pandemia, es posible que nos encontremos algunos países donde los visados turísticos estén prohibidos para evitar contagios. Sin embargo, dichos países podrían guardar una cláusula de acceso mediante la que un visado por motivos de trabajo sí esté avalado, dado que la necesidad no obedece al placer, sino a una obligación productiva. En todo caso, y tanto si se trata de un viaje laboral o de placer, en ambos casos deberemos someternos a los protocolos sanitarios que dicte el país que nos dé la bienvenida. Más que una mera formalidad, una necesidad para mantener el contagio bajo mínimos.

Prueba PCR y cuarentena

Tomando algunos ejemplos, si nuestra intención es la de viajar a Australia la pauta del gobierno marca, además de un visado electrónico, presentar un test de Covid-19 negativo para poder ingresar al país. Además, y tomando la prueba PCR como la única aceptada, dicho test debe haberse realizado con un máximo de 72 horas antes de subir al avión. Tiempo que acredita estar libre de virus en los días recientes a nuestro viaje que serán clave para determinar si podemos o no ingresar a un país u otro.  

Por otra parte, si optamos por viajar a Canadá, además del visado y el test de Covid-19, también deberemos someternos a una cuarentena durante al menos 14 días en un alojamiento de libre elección. Asimismo, es posible que nos encontremos con otros protocolos que, como sucede en el caso de la India o Estados Unidos, la cuarentena no sea un requisito indispensable.

Viajar con conciencia

Hay que entender que, a pesar de cuán pesados puedan parecer dichos protocolos, siendo una carga de más en el estrés común de planificar un viaje, salir de la pandemia requiere de nuestro íntegro compromiso. Como ya a conciencia y lógicamente se conoce, la interacción social es la situación que más contagios causa. Por lo tanto, viajar a un país añade un plus de aglomeración ante el que debemos ser respetuosos con las normativas sanitarias para no causar un nuevo repunte de los contagios. Aunque un gobierno se esfuerce en hacerlo lo mejor que pueda, al final el peso de la contención recae sobre el ciudadano de a pie.

Son demasiadas las historias de familias enteras que, por simple y justificada necesidad de afecto han organizado un encuentro con terribles consecuencias. A pesar de lo pretencioso de la siguiente afirmación, podremos salir de esta; pero sólo si somos conscientes de todo cuanto está en juego y de cuál es y debe ser nuestro papel en todo esto. Cada granito de arena cuenta para bien y para mal. Viajar es un derecho que tenemos todos, pero siempre bajo un criterio de responsabilidad y conciencia para con el resto de personas que, tanto como nosotros, desean acabar con esta dura etapa de nuestra historia reciente.