Publicado por 
Bajo el título El museo como escenario, el CGAC acoge desde hoy una muestra experimental sobre las artes vivas, la performance y los fenómenos escénicos que podrá visitarse hasta el día 2 de octubre.
El director general de Cultura, Anxo M. Lorenzo, participó hoy en la presentación de la muestra, en la que estuvo acompañado del director del CGAC, Santiago Olmo; del comisario de la exposición, Iñaki Martínez, y de las artistas Rosana Antolí, Berio Molina y Marta Pazos.
El representante de la Consellería de Cultura, Educación, FP y Universidades subrayó que este proyecto busca convertir el museo en un espacio escénico donde los espectadores tienen la posibilidad de experimentar con el arte de una manera diferente. El museo como escenario incide en cómo a lo largo del siglo XX la performance entendida como actuación sin escenario u otros fenómenos como la danza o las artes visuales son capaces de transformar las salas de un museo.
Así, a partir de las propuestas de Rosana Antolí, Marta Pazos y Berio Molina, los espacios del CGAC se convierten en los próximos meses en un lugar de producción y experimentación donde las instalaciones creadas por los artistas para este proyecto funcionan de manera autónoma, pero también pueden ser activadas por el espectador.
Obras expuestas
Rosana Antolí presenta La charca, que funciona como espacio coreográfico con estructura de una ópera clásica es cuenta la historia ficcionada sobre un paraíso perdido y resistente dentro de una charca en medio de la nada, invitando así a entender la hibridación entre especies.
En Dislocación Berio Molina propone un ejercicio de toma de posesión del museo. Durante nueve días, habitará las salas del CGAC junto a Alejandra Pombo y Calís Pato, haciendo funcionar las bocinas instaladas en la terraza del centro. Los performers (bucineiros) decidirán cuándo tocarlas. Sólo podrán hablar entre ellos durante las comidas y tendrán una palabra de seguridad por se en algún momento tienen que salir de la acción. Uno de ellos grabará en vídeo indefinidamente, sin pausa, todo lo que ocurra. Al final del día acabará con unas 18 cintas grabadas (una por hora) y, tras nueve días de acción, se editará una película que funcionará como resumen de todo el sucedido.
Marta Pazos en Contemplación presenta una instalación a modo de gran piscina habitada por una escultura gigante que se ancla a la pared y a la que se adhieren una serie de elementos fluidos. El color juega un papel fundamental en la instalación, el mismo que lo son, para proporcionar esa experiencia de habitar en el fondo de un espacio acuático. La instalación será activada con la colaboración de los actores ciegos Lola Robles y Miguel Escabias. En la acción tomarán como inspiración el I Ching, el libro oracular chino que data del 1200 a. C.
