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El delegado territorial de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, se desplazó esta mañana al Mirador de Chachamuíña, en el ayuntamiento de Pereiro de Aguíar, para visitar con el alcalde, Luis Meñor, las Cabanas Mirador de Cachamuíña, donde mantuvo un encuentro con uno de los propietarios, Jorge Guerra, a quién le manifestó que el Bono Turístico ya consigue más de 1,1 millón de euros de gasto en los establecimientos hoteleros gallegos.
El delegado territorial explicó que hasta ahora se adhirieron 97 establecimientos, 15 en esta nueva convocatoria, teniendo la fecha límite para su consumo el 31 de diciembre de 2022. Aclaró también el delegado territorial que en esta convocatoria la tarjeta no estuvo operativa entre el 1 de julio y el 15 de septiembre.
Esta iniciativa –subrayó Gabriel Alén- nació para fomentar la desestacionalidad turística, en el marco del plan de choque impulsado por la Xunta de Galicia con el objetivo de fomentar el consumo directo en el sector turístico a consecuencia de la crisis del coronavirus. Los excelentes resultados de las pasadas ediciones permitieron consolidar esta iniciativa como una herramienta de fomento del consumo en el sector turístico, que fue muy bien recibida tanto por el sector turístico gallego como por el conjunto de la población.
El delegado territorial destacó la buena respuesta de los negocios del ramo y el éxito que está teniendo esta tercera edición entre la ciudadanía, en la que se inscribieron empresas como hoteles, paradores, balnearios, cámpings, alojamientos de turismo rural, viviendas turísticas, apartamentos o pensiones y agencias de viajes, repartidos por toda la provincia.
Tipos de Bonos
Existen tres tipos de bonos, de 250€, 375 y 500€, de los cuales la Xunta asume el 40% del gasto y los usuarios el 60% restante .En cuanto a la distribución de las operaciones, la provincia con mayor volumen de compras fue Pontevedra, que acumula casi la mitad del total (46%), seguida de A Coruña (24%), Lugo (17,5%) y Ourense (10,6%).
As cabanas
Este complejo turístico está formado por seis cabañas fabricadas en madera. Una de ellas funciona como recepción y lavandería, las otras cinco son pequeñas casas equipadas con todo lo necesario para disfrutar de la naturaleza. Estas casas rurales están adaptadas a todo tipo de visitas; tienen cocina, baño, salón y una terraza exterior con vistas al embalse de Cachamuíña. Cada una acoge a dos adultos y dos niños, ya que además de una cama de matrimonio, dispone de literas.
