El jamón, el rey de la gastronomía mediterránea

Publicado por o día 26/12/2018 na sección de Alimentación

El jamón, el rey de la gastronomía mediterránea

Cuando hablamos de jamón nos referimos al producto obtenido de la pata trasera del cerdo, cruda o curada. Hay muchas variedades y nacionalidades, en España hay dos tipos, de acuerdo a la raza del cerdo que procede. El cerdo ibérico, que produce el jamón ibérico, y el cerdo blanco, que produce el jamón serrano. El Jamón de Los Pedroches es una denominación de origen que protege los productos de esa zona con un marcaje y etiquetado específico. Es el elemento indispensable de la dieta mediterránea por su agradable sabor y versatilidad, por ello, es bueno conocer los aspectos que rodean su consumo.

Como conservarlo

Para que conserve todo su sabor es bueno seguir unas sencillas recomendaciones. La temperatura ideal de conservación está entre 10º y 15º, la humedad no debe superar el 65%, debe estar preservado de insectos, ventilado, protegido del sol y de la luz directa. Idealmente se debe colocar en un soporte de jamones. Aún abierto, el jamón no tiene fecha de caducidad pero sí tiende a resecarse, para evitarlo hay un truco muy simple. Se debe guardar los trozos de grasa del exterior, rasparla con un cuchillo y extenderla sobre la zona de corte, luego esos pedazos de grasa se colocan encima y se cubre con un paño de algodón, esto permite que se mantenga hidratado y que pueda respirar. Si se tarda un tiempo en consumir se puede observar una pequeña capa de moho, esto es normal, se retira y se consume.

Qué no hacer

Como hemos visto, los cuidados son muy fáciles y el jamón se puede mantener adecuadamente en cualquier casa o establecimiento, sin embargo, algunas cosas están contraindicadas. No se debe cubrir con papel de aluminio ni plástico de ninguna clase, ya que el jamón no va a poder respirar y eventualmente se pudre, tampoco se debe cubrir con otra clase de grasa, por ejemplo, aceite de oliva, ya que esto altera su sabor, por la misma razón no se debe guardar junto con otros alimentos. No es recomendable meterlo en el frigorífico, ya que la grasa luce opaca cuando está fría.

Cómo cortarlo

Es recomendable el corte a cuchillo, ya que se conservan las cualidades organolépticas óptimas, al corte a máquina se le atribuyen pérdidas en el aroma y sabor debido al calor que se desprende de la cuchilla. Para cortarlo adecuadamente se debe contar con un cuchillo jamonero, un afilador adecuado y un portajamones, que es un soporte firme para mantener la pieza en posición firme para el corte. Primero, hay que proceder a pelar el jamón, esto consiste en retirar la piel que lo cubre y la grasa exterior de los bordes. Si se va a consumir todo en menos de un día, se pela por completo, si no es así, se va pelando según se vaya consumiendo para evitar que se reseque. Luego de pelado, se va cortando en lonchas finas, casi transparentes, abarcando el ancho de la pieza, los cortes deben ser paralelos entre sí y en dirección opuesta a la pezuña.

Beneficios para la salud

El consumo de jamón es muy beneficioso para la salud. Es muy nutritivo, es fuente de proteínas de alto valor biológico, contiene una elevada cantidad de aminoácidos esenciales; en 100 gr de producto conseguimos el 30% de la ingesta diaria recomendada de proteínas. Es una excelente fuente de vitaminas B1, B2, B3, B6 y D. Contiene gran cantidad de minerales como el hierro, calcio, fósforo, magnesio, potasio y zinc, lo cual mejora la hemoglobina, la estructura ósea y la actividad enzimática del cuerpo. Al ser una alta fuente de hierro, el jamón  protege la pérdida de masa ósea, convirtiéndose en un buen aliado en la prevención de la osteoporosis. Además, el jamón aporta vitamina D, la cual es indispensable para fijar el calcio en los huesos. Contiene menos de 0,5 gr de hidratos de carbono por cada 100 gr de producto, lo que lo hace ideal para regímenes de pérdida de peso. Al contrario de lo que se piensa, el jamón es bajo en calorías, 2 rebanadas aportan unas 60 calorías a la dieta.