En Vigo estamos hartos de árboles de luces. De bolas de nieve musical. De dormir con un ojo abierto por si nos fletan un barco en la rotonda. De subir peldaños para pedir trabajadores sociales. De llamar desde la plaza, con un desahucio más. De las colas en el furgón de la vergüenza. De que haya ciudadanos de segunda. De tu autocomplacencia mediática. De ver una ciudad de miseria envuelta en brillos. De sumar dos y dos. De promesas de trono y séquito. De soldados de azul vigilando adornos y lonas a tu capricho. A nuestra cuenta. De excusas y falacias. De sentir azucarar la pobreza. Hartos de purpurina y escarnio. Cansados, hastiados de risas sin sombra y fresados con nombre.
En Vigo estamos afónicos, de gritar que queremos que nos devuelvas la ciudad, adalid de resistencia. Exigimos respeto a lo que ocurre. No se llevan fanfarrias a celebrar un moribundo al hospital. Tú sí. Tú celebras tu feudo, caiga quien caiga, lo más alto posible. Se ve que el respeto se aprende en la calle y no en Cambridge.
OPINIÓN CARLA LEIRAS
Veciña de Coia. Coportavoz do foro socioeducativo Os Ninguéns, espazo (inspirado en Galeano) de loita contra a exclusión e a pobreza severa na contorna de Vigo. Formada en tratamento de drogodependencias, mediación educativa, VIH-SIDA, traballo social en centros penitenciarios, orientación laboral e pedagoxía didáctica. Licenciada en dereito económico.