La Confederación Española de Policía –CEP-, sindicato de la Policía Nacional referente en la comunidad gallega, denuncia que la Dirección General de la Policía está formando a los agentes de este cuerpo policial en las comisarías gallegas. Todo ello para poder actual de manera rápida y eficaz para poder salvar una vida en el caso de tener que realizar maniobras de reanimación cardiovascular, “si bien, algo falla, cuando la administración da la formación y los agentes en su día a día laboral no disponen de los medios materiales para poder realizar lo aprendido”.
Remarcan desde esta organización, que a diferencia de policías locales, como la de Vigo, que en sus vehículos disponen de desfibriladores externos semiautomáticos (DESA), los coches patrulla de la Policía Nacional no disponen de este dispositivo médico de uso extra hospitalario para revertir la parada cardíaca que puede ayudar a salvar miles de vidas al año, “ya que la parada cardíaca o muerte súbita ocurre de forma repentina y no avisa”.
Indican desde la CEP que la mayor parte de las comisarías gallegas no disponen de este dispositivo. En la provincia de La Coruña sólo hay uno en la comisaría de Lonzas de Coruña, si bien en el resto de las dependencias policiales de esta ciudad o del resto de las comisarías de esta provincia, como es el caso de Ribeira, Santiago o Ferrol no disponen de ninguno de estos dispositivos que pueden salvar una vida.
En la provincia de Pontevedra sólo disponen de este dispositivo en una de las comisarías de Vigo, pero en ninguna otra de sus dependencias policiales de la ciudad, y tampoco disponen de el en Pontevedra, Redondela, Marín, Villgarcía, Salvaterra o Tui, al igual que pasa en la provincia de Orense, que también carecen en sus comisarías de un DESA, si bien en las comisarías de la provincia de Lugo si tienen de este medio por la generosidad de la Diputación de Lugo, que dotó de estos medios a las comisarías de su provincia.
“Y es que esa es la triste realidad, sindicatos y administración formando a agentes para que puedan salvar vidas y después no tienen los medios necesarios para poder realizarlo. Y es que en cada dependencia policial y en parte de los coches patrulla debería haber un DESA”, y que en caso de ser necesario, un agente debidamente formado puede hacer uso del mismo para estabilizar a una persona con este dispositivo médico de uso extra hospitalario para revertir una parada cardíaca, actuaciones que pueden ayudar a salvar miles de vidas al año.
“Pero la Administración se ha olvidado de las comisarías gallegas, mermadas de personal y con medios materiales escasos para trabajar, por no decir que sus coches policiales carecen hasta de botiquines, cuando en cada vehículo debería haber uno para poder atender a una víctima, y más en una época en la que las riñas, peleas y reyertas violentas en la vía pública se han disparado de manera alarmante”, señalan desde el sindicato.