El sindicato de la Policía Nacional Confederación Española de Policía en Galicia –CEP-, sindicato policial de referencia en Galicia, denuncia públicamente, y una vez más, el uso partidista y sesgado del que hacen uso los representantes del Gobierno en Galicia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en esta comunidad autónoma.
La semana pasada la Subdelegada del Gobierno de Pontevedra, Maica Larriba, en una rueda de prensa restó importancia a la problemática de los botellones que se originan en las grandes ciudades de su provincia, poniendo el foco mediático en otros delitos y resultados policiales obviando la “cruda realidad” en la que viven los ciudadanos, remarcan desde el sindicato CEP.
Exponen desde esta organización que lo que no cuentan la señora Maica Larriba, Subdelegada de Gobierno de Pontevedra, o el señor José Manuel Miñones Conde, Delegado del Gobierno de Galicia, es que Galicia, a diferencia del resto de las comunidades autónomas de España, no ha aumentado el catálogo de puestos de trabajo de agentes en su comunidad, y eso pese a las denuncias reiteradas de todo el colectivo policial frente a la ola delincuencial que “se pone las botas” en las ciudades gallegas.
“Los vecinos de las ciudades se quejan por los macro botellones que padecen y sufren de jueves a domingo y que les impiden el descanso, pero para los responsables políticos no es un problema, debe ser que sus residencias no están afectadas y pueden descansar, pero la policía no tiene ni el personal necesario ni los medios para enfrentarse noche si y noche también a miles de jóvenes bebidos que buscan un lugar donde “hacer su fiesta”, y los insuficientes recursos policiales, tanto materiales y humanos, que hay en las comisarías de Galicia están para poder luchar contra unos delitos que no cesan de subir, y eso pese a aumentar la eficacia policial” exponen desde el CEP.
De ahí que denuncien que la realidad es que la mala gestión del Delegado del Gobierno de Galicia, y los Subdelegados de Gobierno del resto de las provincias gallegas, ha llevado a las comisarías de la Policía Nacional a carecer del personal y medios necesarios que hacen falta para enfrentarse a la realidad delincuencial actual.
Y se pregunten el por qué, a diferencia de las otras comunidades autónomas de España, Galicia no ha visto como aumentaba el número de puestos de catálogo de agentes policiales, como no se han creado unidades nuevas que hacen falta en la comunidad gallega, como nuevas unidades de Prevención y Reacción en Lugo, Pontevedra o Ferrol, unidades de guías caninos, brigadas móviles o subsuelo que de servicio al sur de la comunidad gallega, o nuevas unidades de policía judicial ante el desbordamiento que padecen las actuales.
Desde la Confederación Española de Policía –CEP- denuncian que esa es la triste realidad de la Policía Nacional en Galicia, comisarías obsoletas, insuficiente personal, vehículos de la edad de los Picapiedra en los garajes de las comisarías, falta de ordenadores, chalecos antibalas y guantes anticorte, pero eso sí, “el botellón no es un problema porque genera una menor incidencia de delitos que en otras zonas de la ciudad como dice la Subdelegada de Pontevedra y la gente que los sufre que se ponga tapones” porque la triste realidad es que no hay personal policial suficiente para poder actuar en las zonas de botellón y comprobar in situ el consumo de estupefacientes u otras actividades delictivas sin asegurar la integridad de los agentes ante miles de jóvenes.
Desde la Confederación Española de Policía piden respeto y que no se haga uso partidista de los agentes, “los policías no tenemos color político, y sólo se deben y sirven a la sociedad, y por ello solicitan que a los ciudadanos se le cuente la cruda realidad, y que se les explique el por qué no se ha solicitado más medios humanos y materiales que garanticen su seguridad y convivencia”.