El delegado territorial de Lugo, Javier Arias, explicó que los trabajos dieron comienzo a principios de septiembre, una vez que los informes de control de fauna constataron la marcha de los cirrios del monumento. La planificación de la limpieza de la muralla a lo largo del año respeta los períodos de nidificación y cría de esta colonia de pájaros que forma parte de la diversidad y la riqueza ambiental de Lugo.

Las tareas consisten en el corte y retirada de la vegetación con métodos manuales. En las primeras semanas se limpió el adarve, que ya está finalizado, y se avanzó especialmente en los paramento exteriores, si bien también están iniciados los trabajos por el interior. En global, están ejecutadas en un 50% aproximadamente y se estima que finalizarán en la primera quincena de noviembre.

El contrato de mantenimiento incluye otras actuaciones cotidianas en el monumento, como reparaciones de solados, barandas, revocaduras y albardillas, o en la instalación eléctrica y la iluminación, entre otros elementos.