La Consellería do Mar, a través de Portos de Galicia está trabajando en la última fase de las obras de remodelación, humanización y mejora de la seguridad viaria en el acceso al puerto de Raxó, en el municipio pontevedrés de Poio. Así lo confirmó esta mañana el conselleiro Alfonso Villares en una visita a las obras en las que estuvo acompañado por el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, Agustín Reguera, por el alcalde de Poio, Ángel Moldes, y el presidente del ente público, José Antonio Álvarez.
Villares recordó que los trabajos son el resultado de un convenio de colaboración entre Portos de Galicia y el Ayuntamiento de Poio. La actuación global está presupuestada en más de 900.000 euros, de los que Portos de Galicia financia el 70%, 640.000 euros, y el Ayuntamiento de Poio, el 30%, 275.000 euros. El organismo autonómico se encargó además de la licitación y ejecución de la obra, mientras que el Ayuntamiento asumirá el mantenimiento del vial, la vigilancia de las instalaciones, la regulación del tráfico -garantizando de manera permanente el acceso al dique y la actividad portuaria- y la recogida de residuos de la zona portuaria.
Las obras tienen por objetivo humanizar el viario, con criterios más amables para los peatones e incluye la red de instalación de servicios urbanos. Además integra la demanda de actuar de manera general en las aceras que se encuentran fuera del suelo de competencia de Portos de Galicia, mejorando un itinerario peatonal, separado del tránsito rodado, desde la carretera general hasta el paseo del puerto.
Finalmente, el proyecto incluye también el aumento de la calidad del espacio, mediante la colocación de nuevo mobiliario urbano. Se prevé la colocación de un banco lineal de 93 metros de longitud, además de barandas y papeleras. Asimismo, recoge la mejora de la eficiencia y estética de la red de alumbrado, así como la red de abastecimiento, pluviales y fecales y se reforzará la señalización.
Integración de los espacios
El responsable autonómico destacó que esta obra va en la dirección de integrar las infraestructuras portuarias con los cascos urbanos de las villas y que también permitió la renovación y mejora de los servicios. En esta línea, incidió que desde la Consellería del Mar se está trabajando en actuaciones en ayuntamientos de toda Galicia en el ámbito de las zonas portuarias y su entorno, lugares donde se desarrolla la mayor parte de la actividad pesquera de la comunidad, mejorando, a la vez, la seguridad y condiciones de trabajo de los profesionales del mar. El titular del Mar señaló esta iniciativa como ejemplo de colaboración entre a administraciones, en este caso entre la Xunta y el Ayuntamiento. Un modelo que espera pueda servir para el desarrollo de futuros proyectos en otros municipios.
Bancos marisqueros
El conselleiro del Mar, puso en valor a actuación de la Xunta que trabajó desde el primero momento con el sector con reuniones periódicas con los representantes de las distintas federaciones de cofradías gallegas en las que están diseñando y haciendo el seguimiento de la ejecución de las medidas consensuadas para volver a hacer productivas las rías. También señaló que paralelamente se están celebrando reuniones de trabajo entre el personal técnico de la Consellería, las asistencias técnicas de las cofradías y el personal de los centros de investigación marina gallegos para realizar análisis específicos de cada zona para abordar sus necesidades específicas.
Alfonso Villares destacó que este trabajo es imprescindible para garantizar el buen uso de los 123 millones de euros que se ha previsto movilizar en apoyo al sector en el marco del Plan de Competitividad y Sostenibilidad del Marisqueo de Galicia 2024-2025 dotado con 123 millones de euros. El titular de Mar explicó que el proceso de recuperación de los bancos va a requerir tiempo atendiendo al proceso de crecimiento de los propios bivalvos hasta que alcanzan su tamaño comercial que puede superar el año.
Con todo, reiteró que la regeneración de las zonas de explotación marisquera es una prioridad para el Gobierno Gallego como así lo viene demostrando desde el episodio de alta mortandad de moluscos vivido el pasado otoño, una gestión que contrapuso con la de otras administraciones que a día de hoy no movilizaron ningún recurso en favor del sector.