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La Consellería de Medio Rural, a través de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria, puso en valor el sello de calidad diferenciada Artesanía Alimentaria en la segunda edición de Merca Delicadeza en Lalín. El mercado, en el que estuvieron presentes una treintena de operadores amparados bajo este distintivo, llega esta tarde a su fin después de celebrarse durante todo el fin de semana en la plaza de la Iglesia de esta localidad pontevedresa.
Esta cita, organizada en colaboración con el Ayuntamiento de Lalín, repitió el éxito de su primera edición con una amplia programación con la que se resalta el importante papel de estos artesanos en la producción alimentaria de nuestra comunidad, favoreciendo al mismo tiempo a la dinamización económica del sector a través de alimentos con sellos de calidad diferenciada. El evento estuvo dinamizado por diversas actividades para todos los públicos, con degustaciones, catas y talleres llevados a cabo por chefs y prescriptores, acompañados por los propios productores, poniendo en valor elaboración con productos de Artesanía Alimentaria.
Hoy, último día de la feria, Merca Delicadeza ofreció desde talleres para niños hasta la degustaciones de productos de calidad diferenciada, además de conciertos, sorteos o un taller de Artesanía de Galicia -presente a lo largo de todo el evento-, centrado en este caso en el gyotaku, una técnica tradicional japonesa de estampación artesana.
Entrega de Cartas Artesanas
De hecho, en esta segunda edición cuatro nuevas empresas -Heló! Helados (helados), Mamá Teresa (repostería), Quintián (quesos) y Traloagro (elaboración de productos cárnicos)- recibieron su Carta Artesana, se incorporaron al listado de operadores que ya formaban parte del sello de Artesanía Alimentaria.
La Consellería de Medio Rural puso en marcha este distintivo en el año 2020, en la búsqueda de un sector estructurado en concordancia de los requisitos establecidos por la Unión Europea. Además, con el fin de proteger el bueno hacer de los artesanos, busca defender su profesión ante etiquetados engañosos así como conservar y preservar las elaboraciones de productos artesanales tradicionales, tan arraigados a la cultura gallega y que forman parte de nuestra historia.
