El director general de Ganadería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, visitó hoy las instalaciones de la empresa Queserías Sarrianas, beneficiaria de las ayudas para la transformación y la comercialización de productos agrarios. En este sentido, en los últimos diez años, esta empresa luguesa recibió cerca de 2,3 millones de euros de estas ayudas, siendo la última aportación concedida de más de 475.000 euros en la convocatoria de 2022.
Precisamente, el director general subrayó que la Consellería de Medio Rural viene de resolver la convocatoria de 2022, adjudicando aportaciones por un importe de 36,72 millones de euros, lo que supone un incremento del 40% del presupuesto anual habitual. De hecho, destacó que hubo 81 solicitudes aprobadas, cuatro de las cuales consiguieron el límite máximo de tres millones de euros en ayudas por beneficiario.
Además, el director general indicó que casi la mitad del presupuesto fue asignado a empresas de la provincia de Lugo, seguida por A Coruña (33%), Pontevedra (10%) y Ourense (10%). Por sectores, los más beneficiados fueron el lácteo, con casi la mitad del presupuesto, seguido por el cárnico (25%), la alimentación animal (9%) y otro sectores (miel, aceite, huevos, castañas, frutas, hortalizas, etc.).
En cuanto a la distribución en el territorio, la mayor parte de las ayudas (87%) se destinan a proyectos en zonas de montaña o con baja densidad de población. Asimismo, la mayoría del presupuesto se destina a proyectos promovidos por productores agrarios o por empresas participadas por estos (57%).
Ayudas plurianuales
Estas aportaciones tienen carácter plurianual para facilitar la ejecución de proyectos de gran inversión y cobren actuaciones como la construcción, adquisición y mejora de bienes inmuebles, así como la compra de terrenos hasta un valor inferior al 10% del total de los gastos subvencionables. También sirven para sufragar la compra de maquinaria y equipaciones nuevos, la adquisición de programas informáticos y de patentes o licencias relacionadas con los procesos productivos.
El fin último de estas aportaciones, indicó el director general, es crear nuevas industrias agroalimentarias o mejorar las ya existentes. De hecho, en el próximo período 2023-2027 de la PAC está previsto el mantenimiento de las ayudas a las industrias agroalimentarias, con el fin de fortalecer el peso del sector industrial en el campo gallego.
De este modo, la orden busca incentivar las inversiones en activos fijos materiales para la creación, ampliación y modernización de las instalaciones ubicadas en Galicia destinadas a la transformación y comercialización de productos agrarios. En el caso de las subvenciones, consisten en ayudas para la ejecución de eses proyectos, mientras las garantías para préstamos son garantías del 80% del riesgo inherentela cada empréstito formalizado destinado a financiar las inversiones.
Cabe recordar que, como novedad, la convocatoria de este 2022 apoyaba las asociaciones de productores que se unieran para llevar a cabo inversiones en común. Así, se les concedía la máxima puntuación en el apartado de beneficio a productores de los criterios de valoración a las cooperativas agrarias gallegas o a las sociedades participadas mayoritariamente (más del 50%) por cooperativas agrarias gallegas o por asociaciones y organizaciones de productores de nuestra comunidad.