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El conselleiro de Hacienda y Administración Pública, Miguel Corgos, puso en valor hoy en A Coruña el modelo fiscal propio y previsible de la Xunta, un modelo capaz de aliviar la carga fiscal de las familias y de las empresas.
Miguel Corgos participó en la clausura de las jornadas sobre fiscalidad y contabilidad organizadas por el Colegio de Economistas de A Coruña, donde recordó que el Gobierno gallego lleva más de una década apostando por este modelo que, cada año, se completa con actuaciones adaptadas a la coyuntura económica del momento.
Durante su intervención, destacó que los Presupuestos para este 2023 recogen nuevas rebajas de impuestos como la deflactación de los tres primeros tramos del IRPF y la rebaja del primer tramo con efectos retroactivos a 1 de enero de 2022; la equiparación fiscal de las familias de dos hijos con las familias numerosas; y la bonificación de otro 25% del Impuesto de Patrimonio. También hizo alusión a la modificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones para no penalizar la retención que hagan las empresas de sus beneficios con el fin de acometer nuevas inversiones.
El conselleiro explicó además, que a estas novedades hay que añadir la consolidación de todas las rebajas fiscales aprobadas en los últimos años. En este sentido, mencionó el Programa de Impuestos Cero en el rural del que ya se beneficiaron más de 143.000 personas, o el hecho de que Galicia es una de las comunidades con mejor tratamiento fiscal para las herencias entre familiares directos y para los hermanos, con la eliminación del Impuesto de Sucesiones para lo 99% de las herencias directas, una medida de la que ya se beneficiaron desde 2016 más de 719.000 gallegos y gallegas.
En cuanto al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, destacó que la Xunta mantiene todos los tipos reducidos para jóvenes, familias numerosas, personas con discapacidad y víctimas de violencia de género, y que incluso puede llegar hasta la eliminación de este impuesto si compran una vivienda habitual en zonas poco pobladas.
Miguel Corgos concluyó poniendo en valor la importancia de estas jornadas y el papel de los asesores fiscales, tanto en la prevención del fraude fiscal como en el fomento de los acuerdos para acercar seguridad jurídica y económica a las operaciones.
