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Santiago de Compostela, 10 de diciembre de 2022 La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda repartió ya de forma gratuita cerca de 20.000 composteros entre las 440 entidades adheridas al programa de compostaje doméstico que impulsó la empresa pública Sogama hace más de una década con el objetivo de promover la autogestión de la materia orgánica en origen y sus beneficios ambientales, económicos y sociales.
Del total de entidades adscritas a la iniciativa, la mayoría son ayuntamientos (224) y centros educativos (186) aunque también hay una treintena de colectivos sociales. Sogama espera que el interés y la participación sigan creciendo ya que hace falta subrayar que se trata de una iniciativa que contribuye a reducir la producción de residuos, a aminorar las emisiones de CO2 a la atmósfera y, además, a recuperar una práctica tradicional muy ligada al modo de vida en el rural gallego.
En este sentido y dado que la materia orgánica representa alrededor del 40% de la composición media de una bolsa de basura tipo, con su reciclaje en origen se evita su depósito en el contenedor genérico, posibilitando que los servicios municipales puedan disminuir la frecuencia de recogida y transporte de la basura convencional con el consiguiente ahorro.
Además, desde el punto de vista social también hace falta subrayar que contribuye a recuperar y poner en valor una práctica tradicional en el rural gallego como es la separación de la materia orgánica para alimentar el ganado o mediante su transformación en compost, un abono natural con excelentes propiedades para plantas y cultivos, ya que aportan nutrientes e incluso lo protege frente a plagas y enfermedades.
Recipientes de hasta 400 litros
A través de los ayuntamientos y de forma totalmente gratuita, Sogama distribuye los recipientes para compostar, con una capacidad de 390 y 400 litros y fabricados con materiales reciclados y reciclables, siendo su función propiciar que el proceso de autogestión de la materia orgánica se lleve a cabo de forma cómoda, higiénica y eficiente.
Para esto, es necesario que las viviendas o agrupaciones participantes dispongan de terreno —huerta, jardín o tierras de cultivo— en el que poder aplicar el abono resultante, cerrando así el ciclo de recuperación de la materia orgánica en un claro ejemplo de economía circular.
Ejemplo de esto son los manuales didácticos que se entregan con cada compostero. En los mismos se describe la técnica a llevar a cabo: desde la propia localización del compostero, que debe estar en contacto directo con la tierra para facilitar la entrada de los microorganismos descomponedores, hasta la relación de materiales que deben y no deben depositarse en el mismo y el control de parámetros tales como el oxígeno, la temperatura y la humedad, que influyen de forma decisiva en el resultado final.
Asimismo, y en coordinación con los ayuntamientos y el resto de entidades adheridas, personal de Sogama también imparte cursos de formación presenciales en los que se explica la operativa y las técnicas a aplicar, además de resolver las dudas de los asistentes.
En definitiva, con este programa la Xunta pretende avanzar hacia una gestión más sostenible de los residuos municipales que tenga en cuenta el principio de proximidad, ya que la fracción orgánica se convierte en abono en las propias dependencias de los usuarios.
