La Xunta y el cerco gallego constatan la necesidad de que España adopte medidas para garantizar la viabilidad del sector ante el recorte del jurel en el Cantábrico

El Ejecutivo gallego y la flota piden que el Estado estudie actuaciones como una posible parada biológica para las flotas de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco y la habilitación de las correspondientes ayudas para que su actividad sea rentable
Publicado por o día 19/12/2022 na sección de Mar,Santiago

La Xunta y el cerco gallego constatan la necesidad de que España adopte medidas para garantizar la viabilidad del sector ante el recorte del jurel en el Cantábrico

La conselleira del Mar, Rosa Quintana, asistió hoy a la Comisión sectorial del cerco del Consello Gallego de Pesca para analizar el resultado de las negociaciones de los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para 2023. En esa reunión, en la que también participó el director general de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica, Antonio Basanta, la Xunta y los distintos representantes de la flota de cerco de Galicia constataron la necesidad de que España adopte medidas para garantizar la viabilidad del sector ante el recorte de las posibilidades de pesca de jurel en el Cantábrico y aguas de Gran Sol.

El acuerdo conseguido la semana pasada en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea establece para lo próximo año una cuota de esta especie en los caladeros del norte de 15.000 toneladas, de las que apenas 3.200 corresponden a España y condicionadas a la pesca accesoria.

Este hecho -el de no poder hacer pesca dirigida entre Fisterra y el golfo de Vizcaya- complica en gran medida la actividad de los cerca de 150 cerqueros con los que cuenta Galicia pues no se aprobaron flexibilidades interanuales en las posibilidades de captura ni aumento en los intercambios entre las zonas IXa -de Fisterra cara el sur- y VIIIc, de Fisterra hacia el norte.

Ante esta situación, las partes coincidieron en la necesidad de que el Gobierno central estudie medidas como una posible parada biológica para las flotas del Cantábrico -Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco- y la habilitación de las correspondientes ayudas con el objetivo de que su actividad pueda ser rentable.

A mayores, tanto la Xunta como el sector apostaron porque España negocie con Portugal una gestión de la sardina en aguas ibéricas que permita incrementar en buena medida las capturas una vez que los últimos informes científicos sobre el estado biológico de esta especie constataron que se encuentra totalmente recuperada.

Balance negativo

La conselleira del Mar aseguró que el Ejecutivo gallego va a seguir trabajando junto al sector para paliar el impacto de las decisiones adoptadas en Bruselas y garantizar el futuro de la actividad. En este sentido, lamentó que el resultado de las negociaciones de los TAC y cuotas para 2023 fue negativo para Galicia toda vez que, tras muchas horas de contactos y debates, el acuerdo conseguido apenas supuso cambios en relación con la propuesta inicial de Bruselas.

Rosa Quintana destacó que los incrementos registrados en especies como la merluza, el gallo o el rape se corresponden con la propuesta de la Comisión Europea en base a los informes de los científicos y fruto del esfuerzo realizado por el sector para recuperar los caladeros. Mientras, en las cuestiones más negativas -como el jurel del norte o la anguila- los avances fueron mínimos e insuficientes a pesar de los sacrificios que está haciendo la flota y la buena gestión que se está desarrollando en Galicia.

La conselleira lamentó la falta de capacidad de negociación de la delegación española en este Consejo de Ministros de Pesca y también la intransigencia mostrada por el Ejecutivo comunitario, que volvió a basar todas sus decisiones únicamente en los aspectos ambientales, sin atender a los económicos y sociales.