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A la hora de cocinar, nuestra imaginación se desata. Combinamos cada uno de los ingredientes con todo tipo de especias y aderezos, para sacarle todo el partido a nuestros menús diarios. Y para añadir un extra de sabor y que cada receta sea un éxito, no puede faltar el aceite de oliva. Considerado como un tesoro nacional, es un imprescindible de la gastronomía española, siendo su versión suave la más versátil.
Un tesoro de origen mediterráneo
El mejor representante de la dieta mediterránea es el aceite de oliva, ya que es un indispensable en todos y cada uno de sus platos típicos. Esta dieta es propia de los países de la cuenca mediterránea, donde existe una tradición del cultivo del olivo milenaria.
En España, destaca la producción de aceite de oliva andaluz. Su fama no es solamente un asunto nacional, sino que son muchos los países a nivel internacional que conocen y aprecian las bondades del aceite de esta región. Entre las marcas más consolidadas se encuentra Coosur, que es un habitual en los lineales de los supermercados. Entre sus productos destaca https://www.coosur.com/aceite-oliva-suave-04, obtenido de la mezcla de aceite virgen extra y refinado.
Un ingrediente que se adapta a todo y a todos
El aceite de oliva es un aceite de origen vegetal, el cual se obtiene al prensar las olivas o aceitunas. Dependiendo de las características de este fruto y del proceso de obtención, existen distintos tipos de aceite entre los que destacan el primer aceite y el aceite de oliva virgen extra.
En su versión suave, el aceite de oliva se convierte en un ingrediente todoterreno. Esto se debe a que ensalza el sabor de los platos, sin darles un toque amargo o muy intenso como puede ocurrir con otras versiones. Es por eso que es un gran aliado en repostería, ya que podrás elaborar bizcochos y galletas que mantengan su sabor dulce. Lo mismo ocurre con las salsas, ya que el aceite de oliva suave te permite preparar mayonesas deliciosas que serán un complemento perfecto para todo tipo de platos.
A la hora freír, este tipo de aceite es ideal. No sólo alcanza temperaturas muy altas rápidamente, sino que además podrás sacarle mayor rendimiento que a otros aceites, ya que los alimentos no lo absorben tanto. Aunque si eres de los que les gusta cocinar a la plancha, un chorrito es suficiente para que carnes, pescados y verduras queden perfectos. Con muy poca cantidad, podrás disfrutar de comidas sanas sin renunciar a ese sabor tan característico que aporta el oro líquido.
Y si no quieres añadir aceite en exceso, puedes optar por el horno. Utilizando muy poca cantidad, podrás preparar menús muy sabrosos para toda la familia. Con el horno le darás un toque diferente a las empanadillas, croquetas o patatas. Y no podemos olvidarnos de las ensaladas, ya que este aceite es el mejor aliño para acompañar a lo más fresco de la huerta. Pero si prefieres cambiar la lechuga por la pasta, tampoco lo dudes y prepara una vinagreta o salsa ligera para aderezar.
Un buen aliado de la cocina gallega
Este aceite no es de dominio exclusivo de la zona mediterránea, ya que también se utiliza en la atlántica. En el caso de Galicia, es impensable concebir su gastronomía sin un buen aceite de oliva. Con una cocina rica en matices y muy variada, el aceite de oliva suave se encuentra entre los más utilizados de la zona.
¿Qué es un polbo á feira sin un buen chorro de aceite? No sólo es importante que el pulpo esté en su punto, ya que un aceite de calidad le dará ese toque tan característico. Si pasamos al terreno de las empanadas, es aceite es un ingrediente más que obligatorio tanto en la masa como en el relleno. Y si eres de los que disfrutan de un buen churrasco, la carne y la guarnición necesitarán a nuestro querido amigo: patatas, pimientos, ensalada,… ¡sin olvidarnos de las salsas!
Y para terminar, entramos en en el territorio de los postres. Aunque la tarta de Santiago y las filloas son imprescindibles, tampoco podemos olvidarnos de los dulces fritos. Entre estos podemos encontrar las orellas de Carnaval y los bizcochos de Samos, cuya dulzura contrasta con el sabor suave que les da el aceite. Y para seguir con el ambiente festivo, no te olvides de las rosquillas, las cañas de Carballino y las chulas.
Aunque aún exista la creencia de que las grasas son dañinas para nuestra salud, lo cierto es que un consumo moderado de aceite de oliva nos aporta muchos beneficios. Es más, muchos países lo están empezando a utilizar para sustituir a los aceites y grasas vegetales que suelen utilizar para cocinar. Forma parte de nuestro patrimonio, y por eso, debemos cuidarlo y defenderlo para que puedan disfrutar de él otras generaciones.
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