¿Eres una persona tranquila pero estás agobiada por preocupaciones cotidianas y estás más agitado de lo normal?, ¿vives en un estado de alerta constante y no sabes por qué?, ¿tienes patrones de pensamiento repetidos que te provocan ataques de pánico? Si la respuesta a alguna de estas preguntas ha sido afirmativa es posible que padezcas los síntomas de un trastorno obsesivo compulsivo, (conocido como TOC), y que tengas en mayor o menor medida angustia o ansiedad.
El trastorno obsesivo compulsivo es más frecuente de lo que se puede pensar, y es que se trata de una de las cinco enfermedades psiquiátricas más comunes. Y no sólo eso sus efectos generan pánico y agobio en las personas que lo padecen y lo inhabilitan en muchas ocasiones.
Es más, la OMS u Organización Mundial de la Salud ha clasificado al TOC como una de las 20 dolencias mentales más discapacitantes para las personas.
¿Cuántos tipos de TOC existen?
Los tipos de TOC son varios y cada uno de ellos necesita un tratamiento específico proporcionado por profesionales especializados. Los más importantes efectos provocados por el TOC son ansiedad, agobio e inestabilidad emocional, entre otros trastornos psicológicos.
El TOC al ser una dolencia mental no tiene una sola causa de origen, todo lo contrario, puede tener varias. Entre ellas se encuentran las siguientes:
- Genética.
- Personalidad.
- Rasgos biológicos.
- Factores del medioambiente.
- Vida, contexto social.
- Tipo de vida y educación.
Aunque hay diferentes aspectos y factores como la genética y los rasgos biológicos que no se pueden cambiar, otros como el contexto social, el tipo de vida, la educación o la personalidad vienen influenciados de gran manera por la sociedad y la forma de vivir.
La sociedad actual va a tal velocidad que influye sobremanera acerca de la forma de sentir y pensar en las personas. Esta forma de vivir tan rápida no da la pausa necesaria que algunas personas necesitan para solucionar determinados problemas que le van surgiendo.
Lo malo es que estos problemas que al principio son pequeños se convierten en mayores o se suman a otros y se convierten en una especie de efecto bola de nieve que lo que hace es que la persona que los padece no tiene las armas ni los recursos necesarios para cambiar.
De ahí que sea clave detectar el tipo de TOC que pueda padecer una persona para tratarlo de la forma adecuada.
Los 4 trastornos psicológico más frecuentes son los siguientes:
- TOC. Este trastorno obsesivo compulsivo es difícil de tratar por lo que se aconseja acudir a un especialista en caso de padecer síntomas que lo sugieran.
- Ansiedad. La ansiedad es un verdadero problema ya que además de la predisposición natural de padecer un desorden de ansiedad también puede suceder debido a otros factores que afectan a su duración y aparición como la propia tensión, la frustración, preocupación, etcétera. La ansiedad se produce de la unión de alguno de los aspectos anteriores o la combinación de todos ellos lo que puede provocar diferentes niveles y tipos de ansiedad.
- Agobio. El nivel de agobio es diferente según lo sienta cada persona, el problema es que el agobio puede venir unido con es estrés. En algunos casos el agobio se puede deber por falta de energía y cansancio. Los efectos de este trastornos psicológico provoca vivir como superado por las circunstancias y que cualquier cosa o acción que se realice no sirve de nada.
- La inestabilidad emocional. Este trastorno de origen psicológico afecta los cambios de humor y afecta en menor o mayor medida según sea el trastorno o la emoción sentida. Puede deberse a algo puntual por un mal momento sentimental o laboral o bien algo más serio. Lo fundamental es controlar las situaciones en la medida de lo posible.
Para abordar cualquiera de estos problemas es necesario acudir a la consulta de un psicólogo y tratar el trastorno con algún tipo de terapia psicológica.
¿Qué hacer cuando estás agobiado?
Lo primero de todo es frenar el ritmo frenético de toda actividad. Literalmente, la pausa es la mejor forma de tomar acción y hacer notar que no se puede hacer frente a todo lo que está delante nuestra.
Y es que el problema del agobio es que toma diferentes formas y no tiene ninguna utilidad. Todo lo contrario, lo que hace es normalizar un ritmo y una velocidad que luego es difícil de quitar y aún encima te hace sentir culpable por bajar del tren de tu vida donde todo va muy rápido.
La inestabilidad emocional no sólo afecta a la manera de ver las cosas sino también de hacerlas. Y es que al estar emocionalmente inestable no actúas con todos los recursos ni tienes la menta clara y fría que se puede tener al estar bien.
La emoción hace que se sientan las cosas sin claridad y muchas veces nublados por las diferentes emociones (alegría, tristeza, rabia, etcétera) de forma que es posible que la realidad se perciba incorrectamente.
Es más, puede percibirse bien pero de forma duplicada, por ejemplo, si la emoción es una alegría excesiva puede resultar en una visión exagerada de los acontecimientos. Esto hace que los actos sean en base a los sentimientos y los cambios de humor y no frente nuestra forma normal de actuar.
Lo malo no es la emoción sino que esta aparezca de forma brusca y repentina ampliando un problema que en principio era pequeño.
Lo primero es intentar tomar el control de la conducta y detectar si es un malestar ocasional debido a un momento negativo, o bien si esa inestabilidad emocional se debe a algo más serio y que debería tomar remedio en forma de consulta psicológica.
Si la inestabilidad es muy intensa debe ser tratada en función de cada síntoma e incluso considerar la posibilidad de que sea un trastorno bipolar o un trastorno límite de posibilidad?
Algunos de los remedios y las cosas que se deben hacer para disminuir el agobio y el estrés son las siguientes:
- Reduce el estrés haciendo algo que te guste y mucho. Minimiza y prioriza lo importante. Si no sabes cómo, usa el método de lo que te gusta primero y luego haz todo lo demás. Es importante diferenciar entre urgente e importante, lo urgente es aquello que debe hacerse ahora mismo y lo importante es aquello que si se acumula provoca ese agobio. La clave es ir reduciendo poco a poco lo importante (por ejemplo, el cuidado personal, la limpieza en casa) sin olvidarse de lo urgente (comer, comprar, trabajar, descansar, ir a recoger a los niños, etcétera).
- Tener tiempo para ti y centrarse en el presente.
- Evitar los retrasos en tareas y acciones cotidianas.
- Realizar actividades lentas que bajen nuestro ritmo (leer, yoga, pilates, escuchar música, entre otras actividades).
- Si nada de todo esto funciona es necesario acudir a un especialista y solicitar ayuda psicológica. También puedes leer este este enlace, aquí encontrarás consejos sobre cómo evitar el agobio y el estrés.
Recordar que estos consejos son generalizados, y que cada dolencia y persona es un mundo, y más teniendo en cuenta que estos trastornos deben ser consultados y diagnosticados por expertos y profesionales de la psicología.
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