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A la hora de contratar un servicio especializado en el ámbito de la limpieza industrial, lo primero que se debe de saber son los principales tipos que existen, ya que así podremos elegir el que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Teniendo en cuenta los diferentes servicios de limpieza industrial del Grupo Faro, podremos elegir entre las siguientes opciones:

Limpieza manual: Es el tipo de limpieza más sencilla de llevar a cabo, ya que no hará falta equipamiento técnico, si no paños, cepillos o similares. Ahora bien, tiene un pequeño problema y es que la exposición de los trabajadores a los diferentes agentes químicos es mayor que con una limpieza de carácter automatizada.

Existen algunas restricciones que se deben conocer; por ejemplo, la temperatura de trabajo no debe de ser superior a los 45ºC.

Limpieza por inmersión / remojo: Por otra parte, tenemos también este tipo de limpieza que se suele emplear para tratar piezas con formas más o menor irregulares, para configuraciones tubulares o cilíndricas. Con este método se pueden limpiar desde recipientes, botellas, moldas, a temperaturas de entre los 60-80ºC.

Limpieza con espuma: En este caso, se utiliza un tipo de detergente que está pensado para pulverizarse sobre la superficie del local que se está limpiando, o en el equipo. La gran ventaja de la espuma es que tiene una gran capacidad para poder adaptarse a las paredes durante el tiempo que haga falta para acabar con la suciedad. Ahora bien, habrá que preocuparse mucho de que no se seque porque, de lo contrario, eliminarla puede ser mucho más complicado.

Limpieza por aspersión: Este tipo de limpieza requiere de un tipo de equipamiento mucho más sofisticado, con aspersores fijos o móviles, pensados para tratar cisternas, envases, recipientes, superficies como pueden ser suelos… tienen un tiempo de contacto muy corto, pero esto se compensa a su vez por el efecto determinante que logra la presión tan elevada de la aspersión, así como con la combinación de elementos como la espuma. Puede acabar con partículas que no se eliminarían de otra forma, como el polvo, carbonilla, algunas pequeñas metálicas…

Limpieza en Situ: Y terminamos con este tipo de limpieza que se emplea principalmente para limpiar cañerías, conducciones, tanques, así como diferentes sistemas de filtración. Su principal ventaja es que la limpieza se llevará a cabo sin que se desarme el sistema o la pieza en cuestión.

El proceso que se sigue es mucho más elaborado; por lo general, el agente limpiador debería de recorrer las piezas o el sistema durante algunas horas.

A la hora de elegir una buena empresa especializada en la limpieza industrial, deberíamos apostar por calidad, por trayectoria y por reputación. Y esto lo podemos aplicar a cualquier empresa: por ejemplo, si queremos contratar los servicios de una empresa especializada en la fabricación de máquinas industriales, para corte y grabado por láser, podemos apostar por Portlaser, que cumple con las característica que hemos comentado anteriormente.

Ahora ya conoces los diferentes tipos de limpieza que existen, y como elegir a una empresa que se especialice en ello.

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