Oposiciones a sindicalista policial

Últimamente cada vez son más los “problemas” y luchas de poder que saltan a los medios digitales en relación a los sindicatos policiales. Las asociaciones de la Guardia Civil, de momento, se ven libres. Es evidente que los dirigentes de estas asociaciones, no tienen tantas “prebendas” como los “líderes” sindicales policiales y eso calma las ínfulas.

La imagen del cuerpo policial queda aún más denostada cuando ya en titulares, aparecen las palabras “copas, putas o cenas”, asociadas a estos órganos de poder y los policías que las dirigen.

Su apariencia de estructuras democráticas, en muchas ocasiones, se queda en eso… un mero diseño estatutario maquillado o copiado de partidos u otros sindicatos.

Los policías, que pagan una media de 8 euros mensuales a estas estructuras, por servicios que apenas usan como la formación o asesoramiento jurídico, han dejado de sorprenderse. Ese es realmente el problema, cuando la miopía temporal se convierte en ceguera crónica, y siguen pagando por actitud becerril o supuesto miedo a una sanción disciplinaria, que pueda dejarles fuera de servicio un tiempo y “así cobran del seguro sindical” … madre mía.

En cierta ocasión escuché a un reaccionario decir que deberían existir “oposiciones a sindicalista” dentro de la Policía. Decía que al igual que en los concursos específicos de méritos donde se solicita capacitación determinada, un sindicalista se supone que defiende intereses del colectivo en una institución como el Consejo, o intereses particulares en casos concretos… debería, por tanto, tener una formación que le permita afrontar retos, como estar capacitado para conocer y contrastar cambios legales que afecten al colectivo. Al menos en sus cúpulas, no dejan de ser “unidades especializadas”.

Sonreí cuando lo dijo, y le comenté que la película “El Padrino” en la Policía Nacional se traduce como “El Cacique” … viendo el percal.

Artículo de opinión de Al Pacino Pérez para Noticias Vigo.

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