El presidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, se comprometió hoy la que Galicia continuará ofreciendo “estabilidad” para atraer nuevas inversiones a través de proyectos viables y respetuosos con el entorno, al tiempo que garantizó que continuará y reforzará la senda iniciada en 2009 de “blindaje” de los servicios públicos.
“Arrancamos cuatro años de enorme estabilidad, donde Galicia va a ser protagonista de muchas decisiones que se tomen a nivel estatal”, aseguró Rueda durante el desayuno-coloquio empresarial organizado esta mañana en Madrid por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), donde contrapuso el contexto sociopolítico y económico de Galicia con la situación que ofrece el Ejecutivo central.
En este sentido, lamentó la “malísima noticia”, por las “consecuencias” que supondrá para las comunidades, la renuncia a presentar los Presupuestos Generales del Estado para 2024, al tiempo que se mostró crítico con las negociaciones “bilaterales” que, según advirtió, suponen “desigualdades jurídicas, territoriales y económicas?”.
En cuanto a no contar con presupuestos generales para este año, Rueda mostró su temor a que “pongan en riesgo?” transferencias o infraestructuras comprometidas por el Gobierno central con Galicia, en referencia a las bonificaciones de los peajes en la AP-9 o las inversiones para el Corredor Atlántico Noroeste, al mismo tiempo que se prorrogan un año más las insuficientes partidas referidas a la vía de alta velocidad para conectar Galicia con Portugal.
“Nosotros hacemos todo lo contrario”, defendió con respecto a la actitud del Gobierno gallego, del que ensalzó que aprobó en tiempo y forma sus Presupuestos autonómicos para 2024. En este sentido, entre sus prioridades señaló como “fundamental” unos servicios públicos “bien financiados”, porque consideró que garantizan una mejora de su gestión. “Quiero que sea una prioridad. Lo fue desde 2009 y tiene que seguir a serlo”, garantizó.
“Brazos abiertos” para inversiones viables y sostenibles
Paralelamente a esto, también comprometió “alfombra verde”y “brazos abiertos” por parte de la Administración autonómica para atraer nuevas inversiones a través de proyectos viables y sostenibles. “Los empresarios no son los enemigos de nadie, todo lo contrario, son los que mueven la economía?”, defendió.
En este sentido, puso como ejemplo una de las iniciativas marcadas para los próximos años como es la tramitación –en un plazo máximo de un año– de todos los proyectos de calado que creen 25 o más empleos y traigan consigo una inversión mínima de 2 M€.
En todo caso, defendió el apoyo del Gobierno gallego a proyectos que sean respetuosos con el medio ambiente y que dejen “importante recursos” en el territorio donde genera beneficio. “En Galicia esto se entendió perfectamente”, aseguró en referencia a la intención de la Xunta de crear un fondo público-privado para impulsar las iniciativas empresariales más prometedoras, a partir de un capital fundacional de 300 M€.
Galicia, capital europea de las energías verdes
En este sentido, Rueda indicó el deseo de no perder la ocasión de que Galicia se convierta en una de las capitales europeas de las energías verdes. Así, aseguró que se seguirá defendiendo la incorporación de la comunidad a la red española de hidroductos para dar soporte necesario a los múltiples proyectos de hidrógeno verde que están demostrando su interés por instalarse en el territorio; que se abogará por un despliegue racional y consensuado de la energía eólica marina, velando por su compatibilidad con la actividad pesquera; e incidió en que que se explorarán soluciones para garantizar el retorno social de los proyectos energéticos, como la sociedad público-privada Recursos de Galicia.
Rueda defendió esta forma de hacer política al considerar que ha demostrado que es la más útil para que un país prospere y tenga más calidad de vida, tal y como consideró que ha ocurrido en Galicia. Así, puso como ejemplo el hecho de que el PIB per cápita de la Comunidad es el segundo que más ha crecido nos últimos quince años; que la economía gallega exporta el doble de antes de la crisis económica, superando la marca histórica de los 30.000 M€; o que los gallegos y gallegas hayan visto crecer sus salarios tres puntos más que el promedio nacional.