El conselleiro do Mar, Alfonso Villares, mantuvo hoy un encuentro con los presidentes de la federación gallega y de las tres provinciales de cofradías de pescadores (A Coruña, Lugo y Pontevedra) para analizar la situación del sector y los retos más inmediatos que afronta. En este primero contacto conjunto tras su nombramiento, el titular de Mar trasladó a los representantes de las cofradías que la nueva Ley de ordenación y gestión integrada del litoral de Galicia -que se debate mañana en el Parlamento- va a otorgar a las empresas del complejo mar-industria a seguridad jurídica que precisan, y el Gobierno central les niega, para seguir instaladas cerca de la costa.
El representante de la Xunta, que estuvo acompañado por el director general de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnológica, Antonio Basanta, y por la directora general de Desarrollo Pesquero, Susana Rodríguez, lamentó la interpretación restrictiva que está haciendo el Ejecutivo del Estado de la normativa de espaldas y destacó la importancia de ejercer plenamente las competencias gallegas en la materia para evitar la expulsión del dominio público marítimo-terrestre de actividades que no se pueden desarrollar alejadas de él.
El conselleiro puso de ejemplo el caso de la Ostreira -una empresa vital para el sector marisquero por ser la principal suministradora de semilla de almeja- que ve amenazada su producción por la exigencia de espaldas de retirar de terrenos de dominio público marítimo-terrestre unas piscinas para la obtención de fitoplancton que tiene en sus instalaciones de O Grove. Estos estanques tienen un papel fundamental en el proceso de engorde de las distintas especies de moluscos bivalvos y que no puede trasladar la otra zona próxima al carecer de terrenos alternativos en el entorno.
Este tipo de cuestiones, incidió el titular de Mar, muestran la falta de sensibilidad del Gobierno del Estado cara un sector llave de la economía gallega y recordó que el proyecto de Ley de ordenación y gestión integrada del litoral de Galicia pretende otorgar a las empresas de la cadena mar-industria a seguridad jurídica que no tienen con la interpretación restrictiva que hace el Ejecutivo central de la normativa de espaldas.
Las partes coincidieron en la necesidad de que Galicia ejerza plenamente sus competencias en este ámbito dado que la Administración gallega es la que mejor conoce la realidad de la comunidad y su territorio. De hecho, en el caso de la Ostreira se trata de una empresa que ve amenazado su futuro justo en un momento en el que su intención era ampliar las instalaciones de O Grove para aumentar la producción y atender las necesidades de semilla del sector marisquero gallego.
Otras cuestiones
Los representantes de la Consellería do Mar y de las federaciones de cofradías también evaluaron la situación de la actividad en otros aspectos como las descargas de las distintas especies, los resultados económicos del sector y cuestiones relacionadas con la operativa diaria de la flota o las normativas y actuaciones promovidas en los últimos tiempos por la Comisión Europea.
El conselleiro le trasladó a los responsables de las cuatro organizaciones de cofradías de la comunidad a voluntad de seguir trabajando juntos en la busca de soluciones a los problemas del día a día del sector marítimo-pesquero y de avanzar en la cogestión y en la cogobernanza de los distintos recursos marinos, una fórmula que se ha demostrado muy eficaz tanto en la protección del medioambiente cómo en la defensa de los intereses de los profesionales del mar.