Cambios en el embarazo: la semana 39

Publicado por o día 21/03/2018 na sección de Salud

Cambios en el embarazo: la semana 39

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¿Te encuentras en la semana 39 de embarazo? ¡Entonces ya te quedan muy pocos días para traer una nueva vida a este mundo! En la semana 39 de embarazo el bebé ya está formado y listo para nacer, incluso está posicionado con la cabeza hacia abajo y preparado para iniciar el parto correctamente.

Durante la semana 39 el bebé sigue aumentando de peso y ganando masa muscular, con el fin de soportar condiciones externas tales como el frío. También aumentan los llamados anticuerpos, reforzando así el sistema inmunitario del bebé en esta última semana de embarazo. La semana 39 marca la cuenta atrás para el nacimiento de tu hijo, quien en este momento ya cuenta con una longitud de unos 52 centímetros y un peso de entre 3250-3300 gramos.

Fin del embarazo: semana 39

En la semana 39 del embarazo los pulmones del bebé ya están listos para respirar en el exterior del útero, el lanugo ha desaparecido casi en su totalidad y las uñas siguen creciendo. El bebé percibe muchos estímulos del exterior: las voces de las personas cercanas, la música, la temperatura o el movimiento de la madre cuando realiza actividades que acarrean vibraciones en el interior del cuerpo.

En la madre, el cuello uterino se está ablandando para el parto y las contracciones aumentan, siendo cada vez más frecuentes. De hecho, es un momento del embarazo en el que las contracciones de parto o la rotura de aguas pueden llegar en cualquier momento.

Es normal que en estas últimas semanas tengas que ir al baño con más frecuencia, pues la vejiga está siendo presionada por el bebé. También es normal tener problemas de estreñimiento o incluso hemorroides, así que no olvides incluir fibra en tu dieta diaria. Asimismo, verás que dormir puede convertirse en toda una odisea a la hora en encontrar la postura adecuada.

Señales del parto

El parto empieza cuando las contracciones preparto dan paso a contracciones más fuertes, más largas y se dan con más frecuencia. Es la señal de que el bebé está en camino. Este tipo de contracciones no desaparecen aunque cambies de postura y son similares a los retortijones intestinales o a los dolores menstruales intensos. El dolor producido por estas contracciones puede irradiar hacia las piernas y la parte baja de la espalda.

Las contracciones irán creciendo en intensidad y cada vez serán más seguidas. Pueden durar varias horas, así que puedes retrasar el momento de ir al hospital cuando las contracciones empiecen a ser más seguidas y más rítmicas. Y ahora que has atendido a estos consejos solo nos queda desearte… ¡Que tengas un parto estupendo!