En época de crisis tanto emocional como económica, es muy común caer en manos de personas que se aprovechan de la desesperación de otras, para lucrar si ningún tipo de remordimiento ni tapujos. Las videntes buenas no son fáciles de encontrar, pero cuando se tienen en cuenta ciertas recomendaciones, la tarea no resulta tan compleja. Es importante reconocer la delgada línea que divide a las videntes de oficio de las simples imitadoras.  

Las mejores videntes buenas

Las mejores videntes buenas son las que se definen como personas con una percepción especial de las cosas, con un don que las diferencia de las demás: la clarividencia. Este don es el que les permite conectar con los sucesos más importantes en las vidas de las personas, para entender su presente y poder vislumbrar el futuro.

El avance de la tecnología, tanto sea a través de internet como el poder consultar videntes buenas por teléfono, hace que sea mucho más fácil recibir la ayuda que se precisa, sin necesidad de movilizarse y sin perder tiempo ni dinero.

Lo importantes es que el consultante preste especial atención a los primeros minutos de la consulta, y pueda discernir si la vidente le quiere sonsacar información o realmente, con pocos datos, es capaz de establecer algún vínculo real.

A partir de allí, las videntes buenas económicas establecerán una sesión donde abundará la comprensión, la contención y las posibles alternativas para la solución del problema que aqueja al consultante. Recurren a diferentes tipos de barajas para poder determinar el futuro de las personas, que pueden ser entre otras, el tarot de Marsella, tarot egipcio o tarot cósmico.

La adivinación se practica desde las más antiguas civilizaciones, aunque fue en el año 1840 cuando Eliphas Lévi, fundó las escuelas de tarot contemporáneo.

Desde entonces, el tarot registra más consultas a medida que las personas se sienten más frustradas y más desconectadas con su mundo interior, que solo lleva a una continua insatisfacción e infelicidad personal.

Las ventajas de contactar con las mejores videntes

Cuando se realiza una consulta con videntes buenas de verdad, las ventajas para el consultante pueden ser muy beneficiosas.

Entre ellas podemos destacar:

• Ser escuchados

A una buena tarotista no le interesa demostrar su habilidad con la lectura de las cartas, le interesa comprender, brindar apoyo y tranquilidad al consultante. Tendrá una habilidad especial para leer entrelíneas y saber exactamente qué necesita la persona.

• Ser guiado por el camino correcto

A través de cualidades como la gentileza, la justicia y la compasión, la vidente intentará allanar el camino para que pueda obtener lo que siempre quisieron o lo que más necesitan. Y nunca serán forzados a tomar una decisión que no los haga feliz. Es ahí cuando se convierte prácticamente en una consejera espiritual.

• Siempre se respeta el libre albedrío

El destino no está escrito de antemano por suerte para el hombre. Si bien es cierto que cada pequeña acción puede repercutir en el futuro, siempre se está a tiempo de tomar una decisión distinta, de girar el timón para recorrer el mismo camino, pero de diferente manera.

Porque el tarot visa económico no predice el futuro, pero puede decir lo que podría llegar a suceder teniendo en cuenta las circunstancias actuales de la persona, y mostrar qué medidas tomar para poder cambiar los hechos que solo producen infelicidad.

Las verdaderas videntes son grandes lectoras de cartas de tarot que tejen las historias que transmiten las cartas y las entrecruzan para ofrecer una lectura de tarot interesante y significativa para sus clientes. Observan patrones en las cartas que combinan con mensajes intuitivos para ofrecer lo mejor de su don al consultante.

La lectura del tarot perdura, porque aún los Arcanos Mayores tienen mucho para decir, celebrando los diferentes logros y ciclos de la vida.