Que la crisis no sea una excusa para no sonreír

Publicado por o día 24/01/2018 na sección de Economía

Que la crisis no sea una excusa para no sonreír

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La crisis golpea duro a las familias de nuestro país. La tan cacareada recuperación económica que se repite como un pesado mantra a principios de cada año, y con especial virulencia en época de elecciones, no termina de cuajar en la realidad del pueblo.

Pero como dice alguna frase revolucionaria de las que decoran las paredes con spray, sonreír es la mejor forma de enfrentarse al sistema. Así que aunque la ineficacia del gobierno empobrezca aún más esta gran nación, el esfuerzo constate de sus ciudadanos se verá potenciado por su positividad, confianza y buen humor.

Que nunca falte un motivo para ser felices parece ser inherente al genoma español, que no se rinde ante la desolación económica y mantiene una actitud alegre y festiva en numerosas ocasiones durante el año. Fiestas como los carnavales, que pese a su prohibición católica, supieron mantenerse vivas y latentes en el corazón pagano de nuestros abuelos.

Y es que no nos importa demasiado la vistosidad de nuestros disfraces, no estamos en Venecia ni en Brasil, donde los disfraces son lujosos o se pasan todo el año preparándolos. Para nosotros, los carnavales, son solo una fecha más para divertirnos, un buen momento para que podemos dejar de lado nuestros complejos y nos sirve de terapia para desinhibirnos y dejar aflorar por un día nuestros deseos más carnales.

Para ello, podemos acceder a Disfraces fáciles de hacer, gracias a internet. Sin ir más lejos en este enlace que acabamos de referenciar tenemos unos geniales disfraces para carnaval muy originales, en los que invertiremos muy poco tiempo en hacerlos, resultando de este modo muy económicos, como obligan los tiempos de crisis.

En esta web podremos encontrar tutoriales que nos servirán de útil guía para hacer disfraces caseros fáciles, con materiales de andar por casa, por lo que el resultado final, además de ser totalmente original, será muy económico, en ocasiones gratis.

Disfraces como manualidad, aprender divirtiéndonos              

En la web que hemos referenciado, tienes la maravillosa oportunidad de hacerte tus propios disfraces con goma eva, fieltro, cuerda, papel, cartón, tela, plásticos, madera o corcho, e incluso con neumáticos. Puedes hacerte tú mismo unos disfraces chulos, unos disfraces originales y fáciles y recibir además los muchos beneficios que ofrece la práctica de manualidades.

Las manualidades, en general, y las divertidas como son los disfraces de carnaval, en particular, son ideales, sobre todo si se hacen en familia, con tus hijos pequeños colaborando en la producción de las ropas con las que luego saldrán a la calle a bailar y a reír.

Con este trabajo conjunto se fomenta la unidad familiar, la confianza mutua entre los miembros de la familia con lo que estaremos llenando de recuerdos un futuro que será mucho más agradable de recordar y ayudará a que esta unión esté enraizada y perdure en el tiempo.

Pero es que, además, las manualidades, sobre todo en los niños, resulta un estupendo método de estimulación de sus sentidos, ayudando notablemente a potenciar virtudes como la creatividad y la paciencia. También resulta un gran motor para el desarrollo de sus destrezas psicomotrices, favorece las relaciones personales (si estas actividades se realizan en grupo) y ayudan a potenciar las habilidades propias para la resolución de conflictos y problemas.

Por otro lado, también son muy efectivas para elaborar y seguir un plan de trabajo de forma lógica y sistémica; los hacen más observadores, analizan mejor, así como les ayuda a describir y a interpretar lo que observan con acierto, permitiendo el poder expresarse sin utilizar las palabras, pero sobre todo reciben una gran satisfacción al terminar sus trabajos de forma no inmediata, dando valor al trabajo constante.

Las manualidades se utilizan como terapia ocupacional para personas mayores o personas con discapacidades, enfermos de Alzheimer, entre otras, porque sus efectos siempre son muy positivos, no solo por la abstracción que provoca en quienes las practican, haciendo que olviden por un tiempo sus problemas, sino porque fuerzan a la concentración, obligando a trabajar de forma cómoda y delicada a nuestro propio cerebro, el órgano más importante de nuestro organismo.

Por otro lado, al igual que ocurre con los más pequeños, fomenta la relación entre individuos, creando grupos de apoyo para personas que no saben bien cómo interactuar con los demás, que pasan por momentos complicados o que necesitan ayuda para reinsertarse e integrarse en la sociedad.

Para todos ellos, niños, adultos, ancianos, individuos con problemas de relación o con  discapacidades, etc. las manualidades  aportarán un aumento en su autoestima que les servirá para desarrollarse como personas, ganando confianza en ellas mismas, lo que les hará ser más felices y aumentar su calidad de vida interior.