“Ha pasado más de una década desde los últimos cambios legislativos en materia de protección del bienestar de los animales en las granjas. Estas nuevas medidas ayudarán en el camino hacia la sostenibilidad en la ganadería y en la neutralidad climática”, indica Arcéiz Sánchez.

La nueva normativa de bienestar animal no solamente incluye la modificación de las actuales reglas en materia del transporte de animales y la transformación, sino también la creación de nuevas herramientas que apoyen el trabajo de los ganaderos con los controles oficiales.

“Este plan estratégico cubre desde la mejora de las condiciones de bienestar, hasta las normas para la aplicación de penalizaciones”, destaca el especialista equino. Entre las modificaciones que se han establecido se menciona la revisión de las normas mínimas para la protección de cerdos, mejorar las condiciones de las granjas y el manejo de los animales, se marcarán requisitos más específicos y técnicos. Cabe acotar que las granjas existentes dispondrán de dos años para realizar los cambios necesarios.

Paralelamente, se han comenzado a implementar cambios a nivel de capacidad animal dentro de las granjas y nuevas condiciones para su cuidado, en cuanto a la alimentación, condiciones ambientales, agua, entre otros. “La finalidad detrás de estos cambios es que se logren mejorar los procesos internos de las granjas”, explica el especialista equino y ganadero Ángel Arcéiz Sánchez.

Dicho plan para mejoras de condiciones será elaborado por un veterinario de explotación. Cada plan será adaptado a un tipo de granja particular, complementando la herramienta ya existente en las granjas de porcino intensivo y de avicultura. De la misma forma, los titulares de las granjas dispondrán de cuatro años para disponer de dicho plan.

Por último, se plantea modificar todos los decretos reales relacionados a la protección de animales en las granjas, sus condiciones generales y los de cría de terneros, gallinas ponedoras, cerdos y pollos de carne. La modificación tendrá como objetivo adecuar los decretos a los aspectos formales de la normativa comunitaria, como hacia los informes de los resultados de los controles y otros aspectos técnicos administrativos.

Para la dirección de los cambios legislativos, se crea formalmente la mesa nacional de coordinación sobre bienestar y protección de los animales, así como se establece un centro nacional de referencia para el ámbito ganadero y acuícola. Este centro será, durante un plazo de dos años, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Catalunya (IRTA), en consorcio con la Universidad Autónoma de Barcelona.

“Este proyecto es un primer paso para empezar a construir el futuro del bienestar animal de la ganadería europea, una de las industrias más importantes para la economía del continente”, concluye Ángel José Arcéiz.