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Cada vez son más las personas las que se decantan por la compra de paneles solares, con el objetivo de aprovechar la energía que viene directamente de los rayos solares. Una placa solar es un módulo que capta la radiación solar para aprovecharla, pudiendo conseguir electricidad doméstica, además de incentivar el ahorro energético del hogar.

Por lo general, los paneles solares están considerados como un tipo de producto 100% fiable… ¡Pero no siempre es así!

Desgraciadamente son muchas las instalaciones, sobre todo aquellas realizadas en la zona de Vigo y Pontevedra, en las que la preferencia son los paneles solares low cost, muchas veces con una calidad deficiente. Lo realmente preocupante de esta situación es que los propietarios de estas instalaciones acceden a las mismas por desconocimiento y desinformación. En realidad no saben ni lo que ha instalado, ni los problemas que les va a producir de cara al futuro.

Suelen instalarse placas que se diseñan en materiales de mala calidad; aunque en un primer momento cumplirán con lo que prometen, aparecerán muchos gastos imprevistos cuando al paso de los años empiecen a fallar.

La teoría nos dice que las placas solares deben de fabricarse en células solares de silicio. Este componente asegurará que cada placa es fiable, que será capaz de cumplir con el objetivo de la transformación de energía solar en eléctrica sin ningún problema, incluso que lo podrá seguir haciendo durante décadas.

El problema viene cuando no se comprueba ni la calidad ni la veracidad de los datos de las placas solares. El usuario es engañado cuando el fabricante le asegura que todas las placas solares son iguales, que nadie ha tenido problemas con el producto que le está vendiendo, o que le garantiza al 100% el funcionamiento del mismo.

Lo peor de todo es que estos problemas no siempre salen a la luz, aunque las pruebas que aseguran que el rendimiento de las placas solares son completamente obligatorias en otros países.

¿Qué debemos analizar para concluir que una placa solar es fiable?

• Tiempo de funcionamiento: Se establece que el tiempo de funcionamiento mínimo de una placa solar debería de ser de al menos 25 años. A nivel teórico, una placa debería de poder funcionar hasta 40 años sin problemas.
• Pérdida de rendimiento: Por cada año que pase perderá hasta un 0,7% de rendimiento; cuando pasen los 25 años se habrá perdido hasta un 17%, pero es algo normal
• Calidad: Piensa que la placa va a estar expuesta a los diferentes factores del medio, como lluvia, nieve, lluvia, granizo, durante toda su vida útil. Por ello conviene apostar por materiales de gran calidad para evitar problemas.
• Garantía: Para evaluar la garantía conviene recurrir a algún test independiente (cómo el PV+Text), estudios de rendimiento real y, además, no estaría mal que observases si está dentro de la lista TIer 1.
• Fabricante: Apuesta por un fabricante de calidad, que fabrique en Europa, con una larga trayectoria, y evitarás arrepentirte de la compra.

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