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En ocasiones, los problemas dentales pueden llevar al punto de perder uno o varios dientes. En ese momento resulta absolutamente imprescindible recurrir a un tratamiento de rehabilitación oral, y en ocasiones de implantología, a fin de estudiar la posibilidad de sustituir esas piezas y recuperar la función de masticado. Y con ella, la sonrisa e incluso la autoestima.

La función de la rehabilitación oral es hacer una restauración, que vuelva a dar a los dientes y la sonrisa su funcionalidad y su belleza. Hoy día, en la odontología, las rehabilitaciones se soportan sobre los implantes dentales.

¿Cómo se puede saber cuál es la mejor prótesis en cada caso?

Para conocer el tipo de prótesis que se necesita, es preciso hacer distintos análisis, que lleven a tomar una decisión adecuada. Si bien es cierto, que esta se encuentra limitada en muchas ocasiones por un presupuesto.

Las prótesis tienen por fin reemplazar las piezas ausentes, y pueden ser removibles o preferiblemente fijas. Dan un aspecto natural, y resuelven de raíz el problema, al nivel que cada técnica sea capaz de hacerlo, y según las expectativas y el caso que cada paciente presente.

Nada como tener una buena higiene oral para que el tratamiento sea un éxito

Que un tratamiento sea un éxito a largo plazo, depende de los cuidados que se sigan posteriormente para su buen mantenimiento. Según algunos expertos, los cuidados son los mismos que se deben tener en la higiene oral de los dientes naturales, es decir: cepillarse al menos tres veces al día, utilizar crema dental, enjuague y seda.

Se debe además asistir a controles en la consulta del dentista al menos cada seis meses. En este sentido, es fundamental recurrir a profesionales experimentados como los de iDental, cuyos clientes se muestran más que satisfechos con los servicios recibidos.

Cuando se trata de una prótesis fija, se recomienda usar enhebradores que permitan llegar al espacio de encía que cubre la restauración. Según expertos implantólogos, en caso de implantes, hoy en día es casi obligatorio usar irrigadores de presión controlada para la limpieza completa tanto de la rehabilitación, como de los implantes a nivel subgingival, es decir, debajo de la encía.

Un implante dental fallido se puede deber a una mala higiene bucal

El paciente se encuentra condicionado por distintos factores para conseguir un buen resultado. Estos dependen en su mayoría de sus hábitos. Por lo cual, debe tener en cuenta lo que dicen al respecto los especialistas. Es decir, que cualquier tipo de tratamiento de rehabilitación oral tiene limitaciones en relación a la comida, si bien estas no deben ser excesivas. Se trata solo de evitar el consumo de alimentos muy duros.

De la misma forma que no cuidar adecuadamente los dientes naturales puede tener consecuencias, no hacerlo con los implantes dentales las puede traer también. No acudir a un control periódico, y no mantener una adecuada higiene bucal, puede hacer que el implante se pierda, y hay más probabilidades de que el tratamiento fracase.

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