Los imanes que pueden hacerte dejar de fumar

Publicado por o día 24/11/2016 na sección de Salud

Los imanes que pueden hacerte dejar de fumar

La sociedad actual está aquejada de muchos problemas pero, si hay uno que sea especialmente preocupante entre los ciudadanos de los países desarrollados, ese es el de la adicción al tabaco. Lo que el siglo pasado se comprendía como un hábito social más, ahora está cada vez peor aceptado, algo que, sin embargo, en la mayoría de los casos no impide que los fumadores sigan disfrutando de su adicción. Una adicción controlada por los gobiernos y aceptada de forma normalizada en la sociedad, aun siendo una de las principales causas mortales en el mundo.

Y es que el tabaco, pese a crear una fuerte adicción en el consumidor, no está considerada en el mismo nivel que otras drogas, por lo que la conciencia que se tiene respecto a su uso es mucho más laxa. Esto provoca no sólo que las personas sigan fumando, sino que nuevos consumidores comiencen su adicción sin conocer realmente cuáles pueden ser las consecuencias derivadas de ello. Lo más preocupante es que este consumo comienza cada vez en edades más tempranas, creando adictos al tabaco desde la adolescencia y que muchos lo serán para el resto de su vida.

Es por eso que las campañas contra el tabaquismo son cada vez más agresivas, tanto con el enfoque hacia la conciencia social como en las subidas de precio del tabaco, haciendo que este vicio se haya encarecido de forma abismal en los últimos años.

Como consecuencia, cada vez son más las personas que buscan remedios para librarse de esa adicción que no sólo les hace perder salud, sino también mucho dinero al final del mes.

Imanes como solución

El deseo de abandonar esta práctica hace que muchas personas se planteen todo tipo de medidas para conseguirlo, desde las más tradicionales, como los chicles de nicotina, hasta otras más novedosas, como el uso de imanes para disminuir nuestra atracción por el tabaco. Aunque su funcionamiento no está científicamente reconocido, algo de verdad parece haber en todo esto, aunque quizá, y como muchos indican, todo pueda estar directamente relacionado con una suerte de efecto placebo.

Sin embargo, y aunque su utilidad no esté corroborada por científicos, la esperanza es lo último que pierden aquellas personas que han visto cómo tabaco y cáncer suelen ir estrechamente unidos de la mano. Imanes para dejar de fumar, también conocido como magnetoterapia, es el método que cada vez más personas se aventuran a probar con el fin de poder deshacerse de uno de los hábitos más molestos y peligrosos que encontramos extendido de forma generalizada en la actualidad.

El funcionamiento de este método es muy sencillo, y básicamente podría reducirse a colocar dos imanes, uno en cada oreja, durante un determinado periodo de tiempo. Esto, junto con nuestra voluntad para convencernos de que el tabaco es perjudicial para nuestra salud y las propiedades que a esta solución se le atribuyen, da como resultado un alto porcentaje de éxito a la hora de abandonar el consumo de tabaco de forma habitual. Además, el ajustado precio de estos productos (especialmente en comparación con el montante total de los cajetillas mensuales) los conforma como una vía muy atractiva de probar para acabar con la adicción.

El mayor enemigo eres tú mismo

Este método, como se comentaba en el párrafo anterior, depende en buena medida de la voluntad que tenga el sujeto de terminar con el estado de sometimiento a la adicción en el que se encuentra. Y es que ninguno de los métodos que se puedan encontrar, tanto en la red como por parte de profesionales, funcionarán si nosotros no estamos realmente convencidos de que queremos dejar de fumar. Y, aún así, no bastará sólo con eso, sino que deberemos empeñar toda nuestra fuerza de voluntad para conseguir desterrar al tabaco de una vez por todas de nuestra vida.

Con temas relativos a adicciones, los tratamientos mágicos no existen. El proceso de asimilación y acomodamiento de nuestro cuerpo a esa droga se produce rápidamente, por lo que cuanto más tiempo llevemos fumando, más asentado tendremos ese proceso en nuestro interior y, por tanto más difícil será erradicarlo de forma absoluta. Debemos comprender, por tanto, que estos métodos pueden ayudarnos, claro está, pero al final la última palabra la tendremos siempre nosotros.