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Sin embargo, conseguir una cocina de estilo retro no es tan fácil como parece. De hecho, no suele ser posible ponerlo en práctica simplemente con unos sencillos trucos para cambiar la decoración. Este es el motivo por el que aquí queremos echarte una mano.
La elección de los muebles es lo más importante
Sin duda, van a ser los protagonistas de tu cocina, así que debes dedicarle el máximo tiempo posible a su elección y compra. En este sentido, conviene que conozcas perfectamente la diferencia entre retro y vintage, porque no son lo mismo. Especialmente, en el precio.
Los muebles de estilo retro han sido fabricados en la actualidad siguiendo los cánones de estilo que predominaron en el siglo XX. Por ello, es habitual encontrar puertas y cajones con grabados y tiradores metálicos sobre los que se asienta una encimera de piedra. El mármol es la opción preferida en la mayoría de los casos, pero hoy en día hay muchos materiales que imitan su acabado.
Pero ¿qué colores caracterizan a este estilo decorativo? En líneas generales, los más icónicos y en tendencia son los siguientes:
- marrón mostaza
- rojo cereza
- rosa pastel
- azul o turquesa
- verde claro
Los azulejos y las baldosas
Antes de ponerte a hacer letreros vintage u otros elementos para decorar las paredes, has de elegir el revestimiento más adecuado para el suelo y las paredes de la cocina. En este sentido, si tienes los suficientes años y echas la vista atrás o si buscas fotos de casas antiguas, no tardarás en darte cuenta de que las baldosas hidráulicas y los azulejos con mosaicos eran protagonistas con frecuencia.
Hoy en día, las baldosas y azulejos hidráulicos están casi en desuso. Al menos, en su formato clásico, que estuvo ligado de forma muy estrecha al modernismo. Sin embargo, la llegada del gres porcelánico ha hecho que, hoy en día, se puede imitar su apariencia de manera muy realista y fiel.
Desde luego, si lo que buscas es conseguir una cocina retro, a nuestro juicio no hay mejor alternativa que poner en el suelo este tipo de baldosas hidráulicas de imitación. Bueno, es posible que los suelos blancos y negros que simulan la estética de los escaques de un tablero de ajedrez también lo sean.
En cualquier caso, tal vez te parezca que las paredes van a quedar muy sobrecargadas si optas también por cubrirlas de baldosas. ¿La solución? El vinilo o, mejor aún, el papel pintado.
Esto es posible gracias a que, hoy en día, muchas empresas fabrican papel pintado impermeable y antimanchas. De hecho, hasta puedes instalarlo tú mismo si cuentas con las herramientas adecuadas. Solo necesitarás una lijadora con la que alisar las paredes y cola para fijar dicho papel.
Algunos consejos finales
Llegado a este punto, ya has hecho lo más difícil: crear una base decorativa sobre la que se asiente tu cocina retro. Esto quiere decir que ha llegado el momento de añadir los electrodomésticos y las lámparas adecuadas para disfrutar del máximo confort manteniendo la estética lograda.
En cuanto a los electrodomésticos, trata de que la mayoría de ellos sean panelables, es decir, que se puedan integrar dentro de los muebles y que su parte delantera se oculte tras una puerta del mismo color y estilo que el resto. Si no es posible, no te preocupes, hay multitud de hornos y frigoríficos de estilo retro que encajarán a la perfección en el espacio.
Respecto a la iluminación, apuesta por lámparas de estilo retro que aporten luz cálida. La luz blanca no es adecuada para este tipo de ambientes, no lo olvides.
En definitiva, construir una cocina de estilo retro es siempre una apuesta segura. De hecho, se trata de un estilo decorativo que lleva mucho tiempo siendo tendencia. Para conseguirla, es indispensable que elijas los muebles y los revestimientos del suelo y de las paredes siguiendo la estética propia de hace 50, 60 o 70 años. También en lo que respecta a los electrodomésticos que no se pueden panelar, ya que pueden romper el efecto retro si no los eliges con cuidado.
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