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Las pérdidas anuales por robos y hurtos en comercios y negocios son muy cuantiosas. En la mayoría de los casos, los establecimientos más afectados son los pequeños comercios, que además de perder dinero a veces también se exponen al riesgo de sufrir daño físico. Teniendo en cuenta que más de la mitad de los negocios han sufrido al menos un robo, es evidente que se necesitan medidas de seguridad para protegerse. A pesar de todo, alrededor del 15% de estos no cuenta con ninguna de ellas. Desde Blindabeep, profesionales en la seguridad de todo tipo de eventos, hogares y comercios, se dan algunos consejos para reducir al mínimo la probabilidad de que roben en nuestro negocio, teniendo en cuenta que el riesgo cero no es posible.
Colocar espejos
El uso de espejos en una tienda no es solo una cuestión decorativa. También es una forma de tener mejor visión de todo lo que pasa en el interior. Instalar espejos en puntos estratégicos permite vigilar zonas complicadas, como pueden ser las esquinas o alguno de los pasillos más alejados. Estos son lugares en los que se suele aprovechar para esconderse mientras se roba.
Una sola puerta
A veces, en comercios que tienen más de una puerta de entrada y salida se dirige la atención hacia una de ellas, con el fin de que alguien salga por otra con objetos robados. Por eso, lo mejor es tratar de tener solamente un punto por el que entrar y salir. De este modo, se controla mucho mejor y no se puede usar esta técnica. Si la tienda tiene más de una puerta, no es mala idea bloquear alguna y dirigir el paso solo a la principal. El resto pueden dejarse para escapar en caso de emergencia.
Los productos más valiosos, en vitrinas cerradas
La mercancía de mayor valor a menudo es también la de menor tamaño. Esto propicia que se pueda ocultar con facilidad, por lo que debe estar bien protegida. Se pueden utilizar etiquetas antirrobo o tenerla tras el mostrador en una vitrina con cerradura.
Instalación de cámaras y alarmas
Una alarma en la puerta o cámaras en la fachada y el interior tienen un efecto disuasorio que a menudo evita los robos. Si además se cuenta con pegatinas que avisan de que todo está siendo grabado o de que la alarma está conectada a una central con vigilancia continua, mucho mejor.
Otros elementos similares son detectores de presencia o apertura de puertas y ventanas. En determinados casos, también puede ser interesante colocar alarmas en zonas restringidas, como una oficina en la que hay caja de seguridad.
Guardia de seguridad
A menudo contar con una figura visible que se encargue de la seguridad es bastante recomendable. Si el comercio dispone de un guardia de seguridad, quienes tengan la intención de robar se lo pensarán dos veces antes de hacerlo. Sobre todo si se trata de personal uniformado y fácilmente reconocible.
A la hora de cerrar
Uno de los momentos más delicados en materia de seguridad es la hora de cerrar el negocio. Los ladrones saben que normalmente se recoge toda la recaudación del día, por lo que están atentos para entrar uno minutos antes o justo cuando se está cerrando la puerta.
Lo mejor es que no cierre una sola persona, sino que haya al menos dos y que una pueda estar alerta mientras la otra está cerrando la puerta.
Estos consejos no evitarán por completo el riesgo de sufrir un robo o un hurto. Pero al menos lo reducirán al mínimo posible.
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