La buena evolución de los ingresos tributarios en los últimos meses de 2020 ha permitido reducir en 10.000 millones la emisión neta prevista para 2021 sobre la cifra estimada en los Presupuestos Generales del Estado.
El programa de financiación para 2021 parte de un escenario prudente y requerirá una mayor flexibilidad en su ejecución, debido a las diversas fuentes de financiación de las que dispondrá el Tesoro. A los habituales instrumentos de financiación se añadirán los fondos provenientes de la Unión Europea para hacer frente a la pandemia, en concreto los préstamos del fondo SURE y los posibles desembolsos del Fondo de Recuperación Next Generation EU.
Cierre ejercicio 2020
El Tesoro Público revisó el pasado mes de mayo su programa anual de emisión de deuda para hacer frente a las necesidades adicionales de financiación derivadas de la respuesta a la COVID-19 en el plano sanitario, económico y social. Así, la rápida respuesta del Tesoro permitió financiar las necesidades adicionales derivadas de la respuesta sanitaria a la pandemia y, en concreto, del fondo COVID para que las comunidades cutónomas pudiesen hacer frente a los mayores gastos en sanidad y educación. También financiar el gasto en prestaciones para trabajadores cubiertos por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo y autónomos y bajas laborales. Y compensar la caída de ingresos tributarios y cotizaciones a la seguridad social derivada de las diferentes bonificaciones y moratorias, así como de la caída de la actividad económica para poder mantener los servicios públicos en un contexto de elevadas necesidades.
Las buenas condiciones de financiación, la mejora en la evolución de los ingresos previstos, las amortizaciones anticipadas de las comunidades autónomas, la estimación prudente realizada en mayo y la eficaz gestión del Tesoro permitieron reducir en 20.000 millones de euros el volumen de financiación finalmente captada. De esta forma, el Tesoro Público completó su programa de financiación en 2020 con una emisión neta de 109.922 millones de euros, frente a los 130.000 millones anunciados.
La emisión bruta ascendió a 277.059 millones de euros, de los cuales 183.468 millones se obtuvieron mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo y 93.591 millones mediante la emisión de Letras del Tesoro.
Para gestionar de manera eficiente el incremento de las necesidades de financiación, el Tesoro aumentó el tamaño de las subastas y flexibilizó las condiciones para participar en la segunda vuelta. También se recurrió en mayor medida al procedimiento de sindicación bancaria, habiendo emitido un volumen nominal de 51.662 millones de euros a través de cinco emisiones.
Durante todo el año, a pesar del incremento de las necesidades de financiación, se ha mantenido la confianza de los inversores en la economía española, lo que se tradujo en una demanda récord de algunas de las sindicaciones. A esta elevada demanda también ha contribuido el mantenimiento de la calificación crediticia por parte de las agencias de rating, que valoraron positivamente la respuesta a la crisis y la mayor resiliencia de la economía española. También ha permanecido relativamente estable la participación de inversores extranjeros, que se sitúa en el 45%.
Asimismo, continuaron reduciéndose los costes de financiación del Tesoro, que registraron nuevos mínimos históricos. El coste medio de las nuevas emisiones en 2020 se situó en el 0,18%, lo que supone una disminución de 46 puntos básicos sobre la de 2018 y cinco menos que en 2019. El coste medio de la deuda en circulación se ha reducido hasta el 1,86%, 33 puntos básicos menos que el coste de 2019.
Esta reducción ha sido posible porque más de la mitad de la deuda emitida por el Tesoro, el 51,2%, se ha adjudicado a tipos negativos. Durante 2020 se han logrado tipos de interés en mínimos históricos en prácticamente todas las referencias y el Tesoro ha subastado un bono a 10 años a un tipo de interés negativo por primera vez en la historia.
Las mejores condiciones de financiación han permitido que la carga financiera del Estado se haya seguido reduciendo y se haya obtenido un ahorro en el pago de intereses de 2.255 millones de euros respecto a 2019. La carga financiera ha sido de 22.091 millones de euros en términos de contabilidad nacional y ha continuado reduciéndose su peso como porcentaje del PIB, que ha caído desde el 3,5% en 2013 hasta algo menos del 2%.
Estos descensos se han producido en un entorno de incremento de la vida media de la deuda del Estado en circulación, que aumentó ligeramente hasta los 7,75 años, frente a los 7,55 de finales de 2019.
Estrategia Financiación 2021
En 2021, el Tesoro Público seguirá atendiendo las necesidades de financiación derivadas de las crisis de la COVID-19 y de las medidas adoptadas para paliarla.
El Tesoro acelerará las emisiones en la primera mitad del año para avanzar en la consecución del programa y tener una mayor flexibilidad. Asimismo, dado el mayor número de fuentes de financiación, la ejecución del programa de financiación requerirá de una mayor flexibilidad para adaptarse a la evolución de las necesidades. El Tesoro equilibrará esta flexibilidad con el mantenimiento de un alto nivel de transparencia ante el mercado.
Adicionalmente, está previsto el lanzamiento de la primera emisión de un programa de bonos verdes para contribuir a la financiación de la transición hacia la descarbonización de la economía española.
Para esta emisión, el Tesoro seguirá las mejores prácticas del mercado en el diseño del Marco de Bonos Verdes y se apoyará en la experiencia de otros emisores soberanos y en la labor de armonización a nivel europeo. Asimismo, se garantizará la transparencia en la asignación de los fondos y en la comunicación del impacto de las inversiones.
El grueso de la financiación neta se obtendrá mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo, 90.000 millones de euros, de los cuales 11.325 se cubrirán con el préstamo del fondo SURE, y, en menor medida, a través de Letras. Se hará frente a 94.380 millones de vencimientos a medio y largo plazo. De esta forma, la emisión bruta a medio y largo plazo ascenderá a 184.380 millones de euros. Las amortizaciones de Letras se elevarán a 94.758 millones de euros, de manera que la emisión bruta de Letras ascenderá a 104.758 millones de euros.
Por lo que respecta a las emisiones regulares de valores del Tesoro, está prevista la realización de 48 subastas ordinarias de Letras y de Bonos y Obligaciones del Estado.
En 2021 el Tesoro Público recurrirá nuevamente a las sindicaciones bancarias para la emisión de determinadas referencias de Obligaciones del Estado. Asimismo, podrá emitir Deuda del Estado mediante colocaciones privadas, que se ejecutarán en la medida en que contribuyan a la diversificación de la base inversora.
El Tesoro prevé continuar este año con su programa de Bonos y Obligaciones indexados a la inflación europea. Se trata de un programa que permite diversificar la base de inversores de la deuda española y que favorece la estabilización de la carga financiera de la deuda. En los seis años de vigencia, el programa de Bonos y Obligaciones ligados a la inflación ha acumulado un volumen total de 60.953 millones de euros, lo que supone el 5,37% del total de la Deuda del Estado en circulación y convierte a España en uno de los emisores de referencia en este mercado, junto con Francia, Italia y Alemania.
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