Galicia propone un total de 115 arenales para optar a la bandera azul 2022

Es la tercera comunidad autónoma que más candidaturas presentó: 37 de A Coruña, 19 de Lugo y 59 de Pontevedra, localizadas en 33 ayuntamientos
Publicado por o día 13/02/2022 na sección de Galicia,Medio Ambiente,Santiago,Sucesos,Xunta de Galicia

Galicia propone un total de 115 arenales para optar a la bandera azul 2022

Galicia propuso un total de 115 arenales para optar a la Bandeira Azul 2022. La directora general de Patrimonio Natural, Belén do Campo, participó esta semana en una reunión del jurado nacional que concede estos distintivos, donde se dio a conocer el listado de playas de cada comunidad autónoma candidatas en la presente edición.

Del Campo destacó que la Comunidad gallega, con las 115 propuestas —37 de A Coruña, 19 de Lugo y 59 de Pontevedra—, es la tercera autonomía que más opciones presentó, por detrás de la Comunidad Valenciana y Andalucía. Los valores y el estado actual de los arenales candidatos de Galicia fueron evaluados junto con los de Canarias, Asturias, Cantabria y Andalucía.

En ese sentido, la representante de la Xunta deseó que el esfuerzo realizado por 33 ayuntamientos —14 de la provincia de A Coruña, 8 de Lugo y 11 de Pontevedra— se vea recompensado con un distintivo para lo 100% de las candidaturas, sobre todo porque las administraciones locales dedican importantes recursos para que sus arenales disfruten de buena calidad de las aguas —que tiene que ser excelente—, seguridad, servicios, y accesibilidad; así como para una certera gestión ambiental.

El fallo del jurado, que valorará que los arenales sean lugares seguros y accesibles para todas las personas, se dará a conocer a mediados del mes de mayo, tal y como les trasladó el presidente de la Asociación de educación ambiental y del consumidor (Adeac), José Palacios.

Al mismo tiempo, este encuentro fue una oportunidad para abordar la necesidad de aumentar la resiliencia de las zonas litorales, sobre todo de las dunas y de las praderas submarinas, ya que actúan como agentes protectores naturales de las playas ante los temporales y, por lo tanto, son imprescindibles para mitigar los efectos del cambio climático.