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La Xunta, a través de la Sociedad Gallega del Medio Ambiente (Sogama), acaba de adjudicar por un importe de más de 2,8 millones de euros a instalación de paneles fotovoltaicos en el almacén de CDR (Combustible Derivado de los Residuos no reciclables) de su complejo en Cerceda, lo cual alimenta la planta termoeléctrico.
Más al por menor, el contrato contempla la remodelación íntegra del tejado de la nave e incluye todos los trabajos necesarios para llevarla a cabo: desde la elaboración del proyecto de ejecución hasta la puesta en marcha de la instalación, que se configurará en la modalidad de suministro para autoconsumo, puesto que el complejo cercedense dispone de suficientes consumidores como para absorber el total de la energía generada.
En cuanto a la nave objeto de la actuación, se trata de una estructura de planta rectangular, cubierta a dos aguas y con unas dimensiones aproximadas de 212 x 42 metros destinada a almacenar el combustible derivado de los residuos no reciclables y preparada para alimentar las calderas de la planta termoeléctrico, en la que se genera energía suficiente como para abastecer al 12% de los hogares gallegos.
En la cubierta de la nave se prevén dos campos fotovoltaicos distintos divididos por zonas y orientación de la cubierta. Los módulos, que en todo caso deben ser de alta eficiencia y disponer de certificado de calidad, serán instalados con la inclinación de cada una de las aguas, de tal forma que se adapten completamente a su geometría y no originen sombras entre ellas. Asimismo, la superficie de los paneles se estima en más de 8.500 metros cuadrados, con unas 3.300 placas fotovoltaicas de alta eficiencia con potencia 1.982 kWp.
La conversión entre la corriente continua generada por los paneles a la corriente alterna con tensión adecuada para su conexión a la red de distribución del complejo, se realizará mediante una serie de inversores distribuidos por la planta, de tal forma que se minimicen los recorridos de cableado de corriente continua.
El plazo de ejecución establecido en el propio contrato es de un máximo de 30 semanas y de un mínimo de 20, y refleja la apuesta de Sogama por las energías renovables. Se trata, concretamente, de uno de los proyectos enmarcados en su plan estratégico 2024-2030, lo cual girará en torno a la digitalización y descarbonización de sus procesos, convirtiendo a la energía solar fotovoltaica en una pieza fundamental de su funcionamiento.
Por último, hace falta recordar que las tres plantas de biorresiduos que se encuentran en la red de valorización de la materia orgánica diseñada por la Xunta de Galicia y ejecutada por Sogama, esto es, Cervo (Lugo), Verín (Ourense) y Vilanova de Arousa (Pontevedra), serán autosuficientes desde el punto de vista energético al aprovechar, para su operativa industrial, la energía solar.
