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La Xunta avanza en el desarrollo del proyecto GIFT –Green Infrastructure for Forest and Trees– de cara a establecer medidas y políticas sectoriales efectivas en el ámbito de la infraestructura verde, concebida como una red de espacios y elementos que mejoren la resiliencia ante el cambio climático, contribuyan a la conservación de la biodiversidad y beneficien a las poblaciones del entorno.
De este modo, el director del Instituto de Estudios del Territorio, Enrique de Salvador, participó hoy en una reunión de coordinación en la que estuvieron representados departamentos de la Administración autonómica, asociaciones ambientales y representantes del sector forestal, de las reservas de la biosfera -Mariñas Coruñesas y Terras del Mandeo; Ribeira Sacra y Serra del Oribio y Courel, y Río Eo, Oscos y Terras de Burón- y de la Universidad de Santiago de Compostela.
El objetivo de este encuentro fue especificar los objetivos concretos de esta iniciativa, que tiene como finalidad el diseño de una metodología común a todos los socios para, entre otras cuestiones, incorporar la infraestructura verde en la ordenación del territorio como mejora estratégica en otros instrumentos de las políticas sectoriales.
Además, también se analizó el objetivo de revitalizar árboles y bosques, elementos que definen especialmente a Galicia, como herramienta natural para la mitigación y a la adaptación al cambio climático y para la conservación de los ecosistemas.
En el proyecto, impulsado en el marco del programa Interreg Europe-FEDER, además de la Xunta, participan otras 9 entidades de países y regiones de la Unión Europea, concretamente: el gobierno regional de Västra Götaland (Suecia), la Agencia Territorial de Flandes (Bélgica), los gobiernos provinciales de Fryslân (Países Bajos) y Rimini (Italia), la Agencia Regional de Leipzig (Alemania), el Instituto Forestal Esloveno, el Centro de Apoyo Empresarial de Kranj (ambos de Eslovenia), la Universidad de Letonia y la ciudad de Zagreb (Croacia).
Hace falta subrayar que este programa de cooperación interregional fomenta la política de cohesión, facilitando así el intercambio de experiencias y conocimientos de éxito, la transferencia de buenas prácticas y el aprendizaje entre los socios.
De este modo, el carácter innovador del GIFT, que se prevé desarrollar a lo largo de los próximos cuatro años, reside en su enfoque integrado con las políticas sectoriales con el que se pretende abordar la infraestructura verde frente al cambio climático, su conectividad y las medidas de recuperación de la biodiversidad.
