Hoy en día se tienen muchos gastos elevados, como los correspondientes a la electricidad y al gas. Probablemente, en algún momento, nos hayamos dado cuenta de que hemos derrochado más energía de la necesaria o que haya llegado una factura de luz o gas, en la cual no se entiende por lo que se paga realmente. En todos los casos, hay un hecho innegable y es que, cotidianamente, consumimos más energía de la que se necesita en realidad, perjudicando consecuentemente, nuestra economía y el medio ambiente.
Sin embargo, si nos hemos hecho conscientes de la importancia que tiene controlar nuestro consumo de energía y ahorrar lo máximo posible, hay una serie de recomendaciones que podemos seguir y hábitos que se pueden incorporar con múltiples beneficios.
- Cambiar de compañía eléctrica
Esta es una de las principales medidas que se tienen que llevar a cabo cuando creemos que estamos pagando más de lo que consumimos. Los precios del mercado eléctrico fluctúan según las leyes de la oferta y la demanda además de seguir otros intereses, por lo que muchos meses, aunque se haya consumido menos energía, la factura no muestra un precio más bajo a pagar.
En esta ocasiones, es mejor buscar compañías alternativas del sector eléctrico como la de Podo, que ofrece a sus clientes las mejores tarifas en gas y electricidad de todo el mercado, y con los precios más competitivos y estables. En esta página, se puede consultar toda la información acerca de las tarifas que tiene Podo, las cuales se adaptan a los hábitos de consumo de cada uno, los pasos a seguir para contratar sus servicios mediante unos trámites sencillos, y hasta recomendaciones profesionales para el ahorro energético en nuestros hogares o locales, entre otras muchas cosas.
- Cambiar de bombillas
No muchas personas prestan atención a las bombillas, pero estas juegan un papel muy importante en lo relacionado con el consumo de energía. La mayoría de la gente pasa la mayor parte del día fuera de casa por motivos laborales; por lo tanto, se encuentran en casa o muy temprano o muy tarde, en las horas de menor luz natural en la que se precisa la iluminación artificial.
La mejor manera de ahorrar en estos casos es cambiar, si no lo hemos hecho ya, las bombillas tradicionales por unas bombillas de bajo consumo o LED, ya que consumen hasta un 70% menos de energía y son mucho más duraderas.
- Mantenimiento de electrodomésticos y su posterior cambio
Al igual que ocurre con los electrodomésticos, ocurre con todo lo demás, si hacemos un buen mantenimientos de nuestros aparatos y los cuidamos de una manera adecuada, podemos controlar el correcto funcionamiento de estos y evitar que derrochen energía por un consumo innecesario. Además, es muy importante tener en cuenta que cada vez hay electrodomésticos más eficientes en el consumo de energía, y que estos son una buena inversión a largo a plazo, que hará que ahorremos mucho dinero en las facturas de gas y electricidad.
Esto ocurre con todos los electrodomésticos, hay que controlar la nevera, que se cierre correctamente y esté bien aislada, que no se sobrecaliente por detrás etc… El mismo caso es el de la lavadora o de los televisores y otros aparatos electrónicos, los cuales dejamos enchufados cuando no se están usando, lo que supone un sobrecalentamiento en la red que puede provocar un cortocircuito en el sistema.
- Regular la calefacción en verano y el aire acondicionado en invierno
Todos sabemos que en verano hace un calor insoportable y en invierno hace un frío horrible, sin embargo, estas no son razones suficientes para que nos excedamos al establecer la temperatura tanto de la calefacción en verano como del aire acondicionado en invierno.
Para las dos estaciones, sin importar la temperatura que haya en el exterior, lo mejor para nuestra economía y nuestra salud, es mantener una temperatura estable de 21 o 22 grados. Es la temperatura ideal para nuestro cuerpo, ya que no sufrimos ni el frío ni el calor y además, nuestro cuerpo no experimenta cambios tan bruscos de temperatura cuando salimos al exterior.
- Aprovechar la luz natural y otros buenos hábitos a incorporar
Lo mejor para no consumir más energía de la que realmente se precise, es aprovechar al máximo la luz natural. Muchos estamos acostumbrados a encender las luces enseguida, sin embargo, esto no siempre es necesario. Cuanta más luz dejemos entrar o aprovechemos el día en el exterior, menor uso de la energía haremos.
Estas son solo algunas de las recomendaciones que se pueden poner en práctica para ahorrar energía, aunque buscar una compañía que se adapte a nuestro consumo también es una buena opción para pagar realmente por lo que necesitas.
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