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El delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, Agustín Reguera, visitó esta mañana las bodegas de Campo de Bazán, en Vilanova de Arousa, donde está finalizando la vendimia de este 2023.
Durante la visita, el delegado observó el proceso de cosecha y tratamiento de estos vinos D.O. Rías Baixas, una D.O. que en el año pasado firmó la tercera vendimia más abundante de su historia, con 41 millones de kilos de uva, y que este año espera superar.
Reguera destacó la gran calidad de los vinos Rías Baixas en particular y de los vinos gallegos en general que “cada vez más, están conquistando los mercados extranjeros y que son un reflejo del mimo y de la calidad de los productos gallegos”. En este sentido, desde la bodega Campo de Bazán confirman que en el pasado ejercicio a exportación supuso cerca del 33% de su facturación, siendo qué 1,1 millones de euros corresponden a ventas en el extranjero. Además, esperan que ese porcentaje aumente hasta el 40% durante este año.
A D.O. Rías Baixas es una de las grandes referentes del comprado del vino gallego. Según datos del Consejo Regulador, el sector vinícola genera en la zona más de 7.500 puestos de trabajo directos y estables y más de 5.000 empleos temporales en las épocas de mayor actividad.
El delegado recordó el gran impacto que tiene este sector en la economía gallega y, “muy especialmente, en la economía de esta provincia”. Reguera destacó el gran compromiso de la Xunta con este sector, como demuestran los casi tres millones de euros que la Xunta invirtió en el área territorial de Pontevedra en el 2022. “Es un símbolo de Galicia y es una actividad económica y cultural de gran importancia. El sector vinícola hace muchos años que traspasó su vertiente puramente gastronómica y hoy es también un atractivo turístico que atrae a muchos visitantes a nuestra comunidad autónoma y que ponen a Galicia en la mesa de millares de familias en todo el mundo”.
Por eso, el delegado hizo hincapié en la necesidad de preservar la calidad de los vinos de nuestra Comunidad. En este sentido, destacó el Plan de control de la vendimia puesto en marcha -por quinto año consecutivo- por la Consellería de Medio Rural. Un plan a lo que se destina cerca de 200.000 euros y que tiene como principal objetivo evitar situaciones fraudulentas que se puedan producir desvirtuando el sistema general de control de calidad diferenciada de los vinos gallegos con sello de calidad.
