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El conselleiro do Mar, Alfonso Villares, participó hoy en la inauguración de las XII Jornadas de Construcción Naval en Madera que, organizadas por la Asociación Galega de Carpintería de Ribeira (Agalcari), abordaron el pasado, presente y el futuro que le espera la esta emblemática labor artesanal bajo el título Singladuras pendientes. El titular de Mar destacó la importancia de las carpinterías de ribera como uno de los oficios y actividades fundamentales dentro del patrimonio marinero de Galicia.
En la casa consistorial de Cervo, Alfonso Villares destacó la importancia de un trabajo nacido de la sabiduría popular que constituye un auténtico proyecto de país, pues la fabricación de barcos de madera favorece la silvicultura sostenible y vincula a dos industrias estratégicas, como son la forestal y la marítimo-pesquera. En la actualidad permanecen activos en Galicia unos 14 astilleros con unos 130 trabajadores que provienen de la carpintería de ribera.
El representante autonómico ensalzó el trabajo de Agalcari para dignificar la construcción de unos barcos con una huella de carbono próxima a cero y con piezas cien por cien reciclables, en procesos sostenibles y cada vez más optimizados con noticias técnicas que permiten que se utilicen para renovar la flota de la industria auxiliar de la acuicultura o de pesca artesanal. Además, la actividad demanda personal altamente cualificado, abriendo la puerta a soluciones formativas en materia de FP que pueden contribuir a la supervivencia del sector.
La carpintería de ribera está incluida en el Plan de la Cultura Marítima-Horizonte 2030 como uno de los grandes pilares del acervo y el legado marinero de Galicia. El conselleiro do Mar quiso plasmar “nuestro compromiso irrenunciable con la cultura marítima como eje que da sentido a la identidad de Galicia” que se recoge en el citado documento estratégico. Este documento puede convertirse, además, en el mejor de los avales para que los saberes de la carpintería de ribera consigan por fin la declaración como bien de interés cultural.
El objetivo de la Xunta de Galicia es el de poner en valor el compromiso con el legado vinculado al mar de nuestra comunidad, un “importante tesoro” conformado por el conjunto de saberes y elementos, materiales e inmateriales, que debe ser conservado y transmitido para que lo conozcan las generaciones futuras.
Alfonso Villares tomó la palabra justo antes de Francisco Fra Rico, maestro carpintero de ribera que habló sobre la historia de esta actividad en la zona de San Cibrao. El titular de Mar destacó sobre este profesional que es el maestro de la séptima generación de un taller fundado en el 1806, por lo que forma parte de una estirpe de fabricantes de barcos que se remonta a más de dos siglos atrás. Resaltó su trabajo en la divulgación de la madera como material óptimo en la construcción naval y también la solidaridad despertada por este artesano cuando el fuego se llevó por delante parte de su taller en Cervo este mismo año y la sociedad articuló fórmulas para contribuir a afrontar los costes de reconstrucción del astillero.
Importancia de la formación
En las jornada celebrada en Cervo se puso de manifiesto a necesidad de apostar por una formación específica que facilite el relevo generacional, para evitar que la falta de nuevos carpinteros ponga en peligro los astilleros. También influye el hecho de que aunque muchas de estas empresas se adaptaron a los nuevos tiempos y materiales, el viejo oficio de los carpinteros navales pierde peso: en el último lustro entre todos ellos construyeron 27 embarcaciones, y de ellas sólo 14 de madera.
