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La Xunta remitió hoy a la Comisión Europea un completo informe sobre la situación actual del lobo en Galicia y los impactos que se derivan de su presencia en gran parte del territorio de la Comunidad.
El Gobierno autonómico responde de este modo al proceso de consultas abierto por la presidenta del organismo comunitario, Úrsula von diere Leyen, con el fin de obtener información directa y actualizada de las poblaciones de esta especie no solo a nivel nacional sino también regional, tal y como había reclamado la Xunta con anterioridad en el marco de las gestiones realizadas ante las instancias europeas tras la decisión unilateral del Ejecutivo estatal de elevar el nivel de protección del lobo en todo el país.
El documento, de más de 40 páginas y firmado por la vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, se divide en dos anexos. En el primero de ellos, se traslada la información recopilada por la Xunta sobre el estado global de conservación del lobo en Galicia durante el período 2013-2018 y que ya había sido remitida al Gobierno central en 2019 para la elaboración del informe sexenal solicitado por la UE a todos los estados miembros, unos datos que, finalmente, el Ministerio no llegó a incluir en su informe.
Además, el documento de la Xunta también se completa con las conclusiones de la última actualización del censo de la especie en la Comunidad, encargado por el Gobierno gallego y cuyos trabajos se desarrollaron entre 2021 y 2022, estimando en 93 las manadas reproductoras presentes en Galicia (alguna de ellas compartida con otros territorios).
De esta manera, tal y como se subraya en el informe autonómico, el nuevo censo confirma y ratifica la principal conclusión del análisis realizado de cara al referido informe sexenal, es decir, que el estado de conservación del lobo en la Comunidad es favorable y todo apunta a que presenta una estructura poblacional normal, autosostible y viable a largo plazo.
En esta línea, además, también se apunta a una distribución territorial de la especie similar a la detectada en el censo correspondiente al período 2013-2015 y una cifra de manadas similar y mismo superior —93 frente a las 90 estimadas en el estudio anterior— aplicando la misma metodología para la realización de ambas análisis.
Por otra parte y con relación al segundo de los anexos, la Xunta se centra en este apartado en el impacto del lobo en la Comunidad así como en las medidas adoptadas desde Galicia con el fin de evitar o cuando menos minimizar los conflictos derivados de su convivencia y coexistencia en el mismo territorio con el ganado.
En este sentido, el informe acerca datos detallados correspondientes al período 2010-2022 que permiten ver la evolución ascendente de los avisos al 012 por ataques atribuibles la estos animales, de los daños por tipo de cabaña ganadera afectada y de los comportamientos y diferencias en función de cada una de las provincias.
Así y siendo con diferencia las ovejas los animales más afectados por el lobo, hace falta subrayar también el caso de Lugo, que concentra gran parte del ganado equino de la Comunidad y donde llama la atención que casi el 21 % de los ejemplares dañados en el período de referencia fueron caballos.
Por último, el informe de la Xunta incluye una completa relación de las ayudas convocadas con carácter anual en el período 2016-2023 para evitar o minimizar los efectos de los ataques del lobo sobre el sector agroganadero y la población residente en el rural, por un importe total de 8 millones de euros.
En concreto, fueron 4,21 millones de euros movilizados a través de las órdenes de subvención anuales destinadas a adquirir o financiar diferentes métodos de prevención y otros 3,78 millones de euros destinados a compensar los daños sufridos por el sector primario.
Reunión con las entidades de razas autóctonas
Por otra parte, hace falta señalar que esta semana la directora xeralde Patrimonio Natural, Belén do Campo, se reunió con representantes de las asociaciones gallegas de razas autóctonas para informarlos del proceso de consulta iniciado por los órganos comunitarios y explicarles qué la Xunta aprovecharía esta oportunidad para poner en conocimiento de la UE, una vez más, la realidad actual de las poblaciones de lobo existentes en Galicia.
Tras escuchar su inquietud por los efectos que tiene este animal sobre los intereses de sus asociados, do Campo incidió en la importancia de que las autoridades comunitarias muestren su interés y receptividad por conocer, de primera mano, cuál es la situación real en cada territorio.
Asimismo, también aprovecharon la reunión para hablar de las subvenciones que pone la Xunta a la disposición del sector ganadero para hacer frente al problema y a los efectos del lobo sobre este tipo de explotaciones y analizar junto con ellos el impacto positivo de estas ayudas así como posibles sugerencias o mejoras de cara a la convocatorias futuras.
