¿Qué es y cómo funciona la climatización mediante suelo radiante?

Publicado por o día 21/06/2018 na sección de Hogar

¿Qué es y cómo funciona la climatización mediante suelo radiante?

El suelo radiante es un eficiente sistema que ayuda a distribuir la climatización en el hogar. Se basa en la colocación de unas tuberías distribuidas de manera uniforme bajo el suelo. A través de las mismas se extenderá el calor en todo el entorno de forma distribuida, y no siguiendo un foco centralizado metálico, cómo lo haría un radiador o los fancoils convencionales.

Pero cómo en todo tipo de sistema de climatización, es conveniente tener en cuenta que existen una larga serie de ventajas e inconvenientes de la climatización por suelo radiante que se deben de tener en cuenta. Tan sólo haciendo un balance de los pros y de los contras podemos tomar una decisión sobre si es o no lo que estamos buscando.

El suelo radiante tiene su origen en la calefacción romana y en la Edad Media. Por aquel entonces se preparaban unos conductos huecos bajo el suelo; a través del horno de la casa se enviaba calor por ellos de tal forma que se iba calentando el suelo de manera progresiva. De hecho, este sistema todavía se sigue utilizando en Castilla, sólo que allí son conocidos cómo glorias.

Sin más preámbulos, vamos a analizar sus ventajas y desventajas en detalle:

Ventajas de la climatización por suelo radiante

  • Sistema saludable: A diferencia de otros sistemas, este ni levanta polvo ni genera corrientes de aire. Tampoco produce afecciones en la garganta, ya que no la reseca. Por ello, es una buena opción para ser instalada en hospitales, en residencias para ancianos, así como en otras residencias con propiedades similares.
  • Eficiencia: Otras de las ventajas del sistema es que resulta muy eficiente. Logra calentar o refrigerar la zona inferior de la casa en la que nos movemos, y es que no tendrá que hacerlo con todo el volumen de la habitación (algo que si que ocurre con los radiadores). Además, no necesitará consumir tanta energía.
  • Ahorro: Permite ahorrar combustible y, por ende, también disminuye los costes del sistema. El sistema opera a una temperatura más reducida que los radiadores de metal.
  • Estético e invisible: Todo el sistema de tubos está integrado debajo del suelo, por lo que no vamos a poder ver nada. Esto resulta muy estético, ya que podemos tener el suelo cómo se nos antoje.
  • Seguridad: Comprende un sistema muy seguro, ya que no hay riesgo de que se golpee con las esquinas.
  • Máximo confort: El calor que se genera con este sistema se traslada de forma homogénea a lo largo de la habitación. El suelo está cerca de nuestro cuerpo, por lo que siempre conseguiremos la temperatura que buscamos.
  • Familiar: Es una buena opción para familias, ya que no habrá riesgo alguno.

¿Alguna desventaja?

Si se le puede poner alguna desventaja, podríamos decir que este tipo de instalación es algo compleja, por lo que tendría que ser llevada a cabo por un técnico cualificado. Tampoco es que sea una desventaja de por si, ya que la gran mayoría de los sistemas de climatización necesitan de una instalación muy precisa.

Y esto es todo lo que comprende un sistema de calefacción de suelo radiante.