Ayer tuve un encontronazo con una pareja de agentes municipales: uno policía y el otro operario de la grúa municipal.
Se estaban llevando (y se llevaron), en la rotonda de la plaza Elíptica, un coche que ni estorbaba ni estaba mal aparcado.
Les pregunté educadamente que por qué se lo llevaban, pues no había ninguna señal de prohibido aparcar.
El policía me respondió, con cierta chulería, que el vehículo había entrado en una calle de carga y descarga y que no podía estacionar allí.
Le dije que habría cometido una infracción sólo en el caso de que hubiera venido por ese tramo de calle de carga y descarga, dando la vuelta a la plaza, pero que si hubiera venido por la calle Nicaragua (lo que resultaba más probable) y hubiera maniobrado marcha atrás para aparcar (lo que debido a la curva de la calzada no supone cambiar de calle), no había incumplido ninguna norma y estaría bien aparcado.
El policía me hizo un gesto de desprecio y me dijo: pues que haga un pliego de descarga alegando que echó marcha atrás, pero el vehículo nos lo llevamos.
En resumidas cuentas, que aceptaba el hecho objetivo de que el vehículo no estaba mal aparcado, pero aplicaba la presunción (sin pruebas, inventada por el mismo) de que había venido por una calle prohibida (salvo para carga y descarga), y le salía de las narices multarle y llevárselo con la grúa… ¿No cree alguien que ese policía municipal es un peligro público?
Aclaro que yo iba paseando por esa zona, y que no tengo nada que ver con el propietario del vehículo que fue “engruado”.
Si este Concello respetara a los vigueses y funcionara bien, se preocuparía de señalizar bien, sin dejar lugar para la mínima duda, los sitios donde se puede aparcar y donde no. De hecho, el sitio de donde ayer se llevaron el vehículo es ocupado continuamente por vehículos que aparcan ahí: se puede pensar que ese sitio es una trampa para los vigueses, y que cuando los de la grúa no encuentran ningún vehículo que esté interrumpiendo el tráfico y deba ser retirado (lo cual es el sentido propio del servicio de grúa municipal) acuden a ese sitio a llevarse los vehículos de sus ingenuas víctimas… Que después tienen que pagar la broma de 100 ó 200 euros por la multa y132 por el enganche de la grúa.
Vigo debe ser la ciudad de Galicia (y parte del extranjero) en la que más difícil es encontrar aparcamiento. Vigo es la ciudad de Galicia en la que hay que pagar más por rescatar un coche secuestrado o retirado por la grúa. Vigo es la ciudad de Galicia (con mucho) que más recauda a los ciudadanos en concepto de multas de tráfico (debido, se supone, a las órdenes o a la avenencia del Alcalde, que lo sabe y no hace nada contra ello, lo que demuestra lo poco que le importamos los vigueses). Y se dice que los agentes de Policía cobran incentivos por las multas que ponen, y que les exigen poner un mínimo de multas. Y la gestión del servicio de grúas de Vigo lo lleva por concesión una empresa privada que se beneficia porcentualmente de los vehículos que retira…
El alcalde cacique de Vigo ha dejado muy claro en repetidas ocasiones que no le sale del bastón de mando responder a las preguntas de los ciudadanos y de los periodistas cuando se refieren a algo que hace mal o no le da la gana…. Y cuando responde es para echarle la culpa a otros, como cuando el otro día dijo que la grua de Vigo es la más cara por culpa de la anterior alcaldesa Corina Porro (pobre hombre: ¿tendrá amnesia de los últimos ocho años?).
Abel Caballero dice y repite con su falsa y cínica sonrisa: “Vivimos en una ciudad hermosa”. Y yo le contesto: tras 33 años viviendo en Vigo considero que es usted el peor alcalde que hemos tenido. Nuestra ciudad podría ser mucho mejor si hubiésemos tenido otro gobernante: vivimos en una ciudad muy incómoda, donde el alcalde nos sangra a multas, y donde él y sus policías nos desprecian y abusan de nosotros (lo del barco en la rotonda de Coia fue un ejemplo paradigmático). Ocho años sufriendo a Abel Caballero son demasiados…
Una pena las circunstancias, y la dispersión de candidaturas alternativas (porque el PP y el BNG no han sido oposición, y le han dejado hacer lo que ha querido). Pero quizá aún podamos conseguir algo desenmascarando todo su despotismo y sus mentiras, y las cosas que ha hecho mal (y oculta).
OPINIÓN POR PEDRO LARRAURI
De raíces vascas y cuna madrileña, tras terminar los estudios de Medicina decidí establecerme en Galicia: vivo en Vigo desde 1983, y ejerzo de Traumatólogo en un hospital privado; soy también profesor asociado de la Universidad de Vigo.
Harto de los políticos que tenemos, preocupado por la falta de libertad, de verdad y de justicia, me impliqué en política activa el año 2009, y he sido el candidato de UPyD a la alcaldía de Vigo en 2011.
“Ahora en la Plataforma Ciudadana Xuntos por Galicia”