Existen diferentes pruebas que se llevan a cabo durante el embarazo para comprobar que el desarrollo del bebé es normal, y que no existe ninguna anomalía. Aunque la mayoría no son invasivas, si que hay algunas que entrañan un cierto riesgo para el pequeño y para la mamá. El ginecólogo Alicante (o de cualquier otro lugar) será el encargado de solucionar cualquier duda que puedas llegar a tener, además de indicarte los riesgos.

Estas son las pruebas más habituales:

Pruebas más comunes durante el embarazo

• Ecografía: La prueba más conocida y utilizada durante este periodo. Se lleva a cabo mediante una máquina que funciona con ultrasonidos. El objetivo es capturar una imagen del bebé para mostrar algunos factores determinantes de su evolución (cómo la longitud del fémur del feto, cómo va la formación de los órganos, la cantidad de líquido amniótico…). Se puede hacer en 2D o en 3D.
• Urocultivo: Es una prueba que tiene por objetivo analizar la orina de la embarazada para intentar determinar si existen bacterias dañinas que puedan afectar al pequeño. La muestra se someterá a un cultivo en el laboratorio y se procederá con el uso de antibióticos en el caso de que sea positiva.
• Amniocentesis: Es un procedimiento invasivo que tiene por objetivo detectar si existen enfermedades en el feto (normalmente, genéticas), cómo puede ser Síndrome de Down. Para llevarla a cabo, será crucial obtener un poco de líquido amniótico, y esto se lleva a cabo introduciendo una aguja en la barriga. El problema de la prueba es que entraña un cierto riesgo de que se produzca un aborto, por lo que es importante que en ginecólogo en Alicante te lo explique todo correctamente.
• Test de O’Sulivan: Es una prueba no invasiva en la que la embarazada tendrá que tomar una elaboración de glucosa y se procederá con 2 análisis de sangre. El objetivo es medir el azúcar en sangre, para comprobar si padece de diabetes gestacional.
• Estudio de ADN fetal: Es una prueba que se lleva a cabo durante el primer trimestre y se encarga de comprobar si el bebé padece de ciertas enfermedades cromosómicas (cómo Sindróme de Down, Edwars o Patau). Además de ser un procedimiento nada invasivo, tiene la ventaja de que nos permite saber el sexo del bebé de una forma completamente precisa.
• Ecografía Doppler: Es una ecografía mucho más completa que la primera que hemos visto. Es a color y tiene como objetivo determinar si hay algún problema en el cordón umbilical del pequeño. También nos permite saber si el torrente sanguíneo entre el corazón y el cerebro es adecuado.
• Triple Screening: Otra prueba que nos permite saber si el bebé padece de algún tipo de malformación, como Síndrome de Down. Permite, por ejemplo, medir el pliegue nucal o el tamaño del fémur. Además, también nos da un porcentaje aproximado del riesgo de que exista Síndrome de Down.

Aunque hay otras tantas pruebas que se llevan a cabo durante la gestación, estas 7 son las más comunes.

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