Beneficios de fabricar nuestros propios alimentos

Publicado por o día 10/01/2018 na sección de Alimentación

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Hacer nuestros propios alimentos nos permitirá controlar en detalle los ingredientes, evitando intolerancias o alergias variadas.

Un buen ejemplo de ello es la leche vegetal. Todos conocemos los problemas que causa en el organismo la leche de vaca tradicional, por lo que poco a poco se asientan en el mercado las leches vegetales.

Este tipo de leche es mucho más digestivas, ya que no tienen ni lactosa ni colesterol, además de ser baja en grasa. Por otra parte, son leches con un alto contenido en vitamina B, con una equilibrada relación entre los minerales potasio y calcio y aptas para personas que tienen problemas de digestiones lentas (por ejemplo, problemas de estreñimiento y de colon irritable).

Razones para crear nuestra propia leche vegetal casera

A pesar de que es mucho más sana que la leche de vaca, el problema que tiene la leche vegetal comercial es la cantidad de aditivos de su fórmula. Estos componentes se añaden con el objetivo de ampliar la duración del producto, además de potenciar su sabor, entre otras particularidades.

El problema de estos aditivos es que no son demasiado buenos para la salud.

Cómo alternativa podemos comprar una máquina para hacer leche vegetal. En realidad son una especie de batidoras que permiten hacer leche de diferentes semillas, copos de cereales, de frutos secos, incluso hasta se atreven con la horchata.

No sólo nos permitirán beber un tipo de leche mucho más sano, si no que podremos hacer tantos experimentos como queramos. Por ejemplo, si en la zona en la que vivimos no venden leche de almendras comercial, siempre podemos conseguir las almendras por nuestra cuenta y hacer leche casera.

Sigue un plan de alimentación más sano conservando los alimentos gracias a los deshidratadores

La deshidratación se considera uno de los mejores métodos para conservar los alimentos. El proceso se centra en extraer el agua aplicando un tipo de calor suave que no alterará los nutrientes. Este proceso no sólo se utiliza para la conservación del alimento, si no que también hace más sencillo el almacenaje, la manipulación o el transporte.

Si tú también quieres pasarte a este sistema necesitarás hacerte con un deshidratador. Estamos hablando de un aparato sencillo que nos facilita la tarea de secar los alimentos. Sin embargo, hay indicios de que aparatos rudimentarios ya se utilizaban desde el Neolítico aunque, claro, está, no tiene nada que ver con los deshidratadores de hoy en día.

Además de permitir  conservar mejor los alimentos, mantiene en perfecto estado las propiedades nutricionales de los mismos. Al mismo tiempo, los sabores se intensifican; por ejemplo, si se nos ocurre deshidratar frutas, estas se convertirán en golosinas muy sabrosas.

De esta forma conseguimos unos saludables snacks que podremos usar para picar entre otras, ayudando a conservar la línea.

Tanto la máquina para hacer leche vegetal cómo los deshidratadores son aparatos muy económicos, por lo que podemos adquirirlos en el mercado por mucho menos de lo que te imaginas.