Cuando el calor apriete, ¿tendremos aire acondicionado?

Publicado por o día 06/03/2019 na sección de Hogar

Cuando el calor apriete, ¿tendremos aire acondicionado?

Aunque el aire acondicionado no es solamente para estar a gusto en los calurosos días del verano, los técnicos de este tipo de electrodomésticos advierten: el comprarlo a última hora te puede dejar sin él.

Según los fabricantes y las grandes tiendas de electrodomésticos, en los meses que van desde finales de junio a las primeras semanas de agosto, el uso en España de aire acondicionado se dispara. Esto significa que es ahí donde el usuario se acuerda de que le hace falta uno y, por tanto, intenta adquirirlo a última hora. Es un error.

Oferta, demanda y carga de trabajo

Una consecuencia básica de cualquier libre mercado es que a un aumento de la demanda, le sigue una subida de precios. Esto es así porque las empresas tienen un número determinado de stocks, y porque además sus técnicos, además de su plantilla, no pueden multiplicarse para atender las demandas improvisadas.

Las empresas de aire acondicionado advierten al consumidor que no lo dejen para última hora, que planifiquen sus necesidades. Se dispone de un mayor catálogo con modelos ajustados a nuestras necesidades y además la instalación puede acelerarse, consiguiendo una rebaja de precio. Una buena empresa de aire acondicionado con amplio catálogo, equipo de profesionales, técnicos, que estén bien planificados para atender la demanda, podrán ayudar al consumidor. Pero aún así, estas grandes empresas trabajan con primeras marcas, las más deseadas, por lo que también puede producirse una disminución de modelos disponibles si lo dejamos para el final.

No hay alternativa al aire acondicionado

Las tentaciones de buscar un sucedáneo, un sustituto urgente, aparecen. No obstante, un análisis objetivo y pormenorizado deja a las claras que no existe alternativa seria. Aunque su precio es más elevado que un ventilador, sus ventajas son claras.

Un aire acondicionado sirve como calefacción, por lo que es más económico al poder usarse todo el año. Los ventiladores tienen un mayor consumo eléctrico, no pueden cubrir tantos metros cuadrados y, por si fuera poco, su durabilidad es menor al no estar preparados para grandes sesiones.

Además, los aires acondicionados incluyen tabletas, mandos a distancia, rebajas de la humedad y otra serie de características para alérgicos que directamente hacen que no merezca la pena una alternativa precipitada.

Primeras marcas: variadas, económicas y eficientes

En nuestro mundo actual, donde el medioambiente es una preocupación y donde las normativas nacionales e internacionales de fabricación exigen un compromiso firme contra la contaminación, una primera marca es garantía.

No significa que no estén obligadas todas las marcas, grandes o pequeñas, a cumplir con los requisitos legales, por supuesto, pero una primera marca ofrece un abanico de opciones que no tiene una secundaria.

Acudir a un buen vendedor de aire acondicionado que además ofrezca instalarlo él mismo (algo importante por los problemas de garantía o malentendidos), ayuda a encontrar el aparato que mejor se ajuste a las necesidades del consumidor y de la vivienda, así como esas primeras marcas que comentamos: Daikin, Vaillant o Mitsubishi, posiblemente las tres más fuertes del mundo actualmente, que pueden ser conseguidas a precios inmejorables, para cada bolsillo, y con la tranquilidad de un Servicio Técnico a la altura.

Por eso se suelen catalogar de triple ahorro: por un lado, la variedad, que hace que el consumidor pueda aportar más o menos según su propia economía sin por ello rebajar calidad, prestaciones y buena marca; por otro, el ahorro económico en sí, puesto que siempre hay ofertas gracias a esa variedad y al ser una marca solvente que puede permitirse lanzar productos a grandes precios y, por último, ahorro a corto y medio plazo.

Antes se ha hecho mención al aumento de consumo eléctrico. Pues bien, gracias a que estas marcas son eficientes energéticamente, esto es, que con menos potencia consiguen el mismo rendimiento, y al usar tecnología como ciertos tipos de refrigerantes o modos de calentamiento, la factura desciende mensualmente de forma dramática y consiguen la calificación de A+ o A, las máximas.

El consumidor despistado ya no puede alegar desconocimiento. Comprar un aire acondicionado antes de su mayor uso, en verano, supone ahorrar, tener un abanico más amplio, conseguir mejores precios, confort también en el invierno y, sobre todo, tenerlo a tiempo.